The New York Times reducirá su plantilla para adaptarse a la era digital

De fondo, como en otros medios, la crisis por el descenso de ingresos derivados de la publicidad. Algo que está afectando de manera especialmente dura a los periódicos que tradicionalmente han dominado los kioskos y han dependido de la industria del papel, la impresión y la distribución física de los ejemplares. Desde que se popularizaron los medios de comunicación digitales Internet ha incidido de manera decisiva en el modo en el que se consume la información. Ya no vamos al kiosko, lo llevamos en el bolsillo. Ya no tenemos que esperar a la edición de la mañana (por no hablar de la edición vespertina, casi inexistente en los últimos tiempos). Pero especialmente ya no tenemos que pagar por la prensa, está gratis en la Red.

Este modelo ha resultado también determinante para variar el modo en el que se gestiona la inserción de publicidad en los medios. Bien es cierto que afortunadamente ahora se puede determinar sin margen de error cuántas personas han visto nuestro anuncio y puede segmentarse por localización geográfica, hora, edad, sexo y aficiones… pero también se ha reducido el coste de dichas inserciones y de ahí que, sumado al ambiente generalizado de crisis, la publicidad buque cada vez menos el papel y lo haga a precios cada vez más reducidos.

Y esto lo sufren tanto los grandes como los pequeños, de ahí que un gigante de referencia mundial como es The New York Times haya tenido que recurrir, como otros tantos medios, a reducir su plantilla (por no hablar de los que directamente han cerrado) fijándose como objetivo su adaptación a la preponderancia del modelo digital de difusión de la información.

Arthur Sulzberger, propietario del periódico, y Mark Thompson, consejero delegado de la editorial, han informado a los empleados del aumento del coste operativo del diario, con lo que las cifras del presente año serán peores que las del pasado ejercicio de manera que sólo con una reducción de plantilla que afectará a 100 empleados podrá seguir siendo viable. El hecho de que ese centenar de despidos en redacción suponga tan solo un 7,5 % del personal de ese departamento indica que serán otros, posiblemente más relacionados con la elaboración del periódico en su formato de papel, los que van a llevar la peor parte. Sulzberger y Thompson han hecho hincapié en su voluntad de “apostar firmemente por el futuro digital de The New York Times“.

Esto respaldaría otras manifestaciones del director del diario, Dean Bacquet, acerca de una remodelación del número de secciones y del gasto que suponen los colaboradores.

Esta información ha sido muy bien acogida por los mercados financieros puesto que tras conocerse los datos sobre reducción de plantilla y potenciación de la vis digital del periódico las acciones del grupo editor se revalorizaban un 8 %.

vINQUlo

The New York Times