Nokia anuncia unos pronósticos de beneficios para 2017 menores de lo esperado

Nokia ha defraudado a los inversores tras anunciar que sus pronósticos para el margen de beneficios en 2017 se quedará por debajo de las expectativas de los analistas.

Con una pérdida de casi el 40% de su cotización en lo que llevamos de año, la última caída de Nokia de casi un 4% en los mercados supone un palo más para la compañía finlandesa, que tras la venta a Microsoft se ha centrado en las infraestructuras para telecomunicaciones, haciendo una gran apuesta por el sector con la compra de Alcatel Lucent, que finalizó este mismo año por unos 17.000 millones de euros.

La operación, una de las más importantes del sector, permitía a Nokia convertirse en líder del sector, y la compañía justificaba la adquisición con esta búsqueda del liderato y la promesa de que al unir ambas podría llevar a cabo una importante reestructuración con la que reducir bastante los costes. Miles de despidos después y tras combinar divisiones y reducir gastos, parece que el ritmo de ahorro no está yendo como esperaban.

Nokia ha fijado su nuevo objetivo de reducción anual de costes a 1.200 millones de euros en 2018, frente a los 900 millones de euros para 2019 que anunciaron con la adquisición, y el CEO de la compañía, Rajeev Suri, ha afirmado que están dispuestos a tomar más medidas y recortes para cumplir sus objetivos. Nokia tiene pensado recomprar 1.000 millones de euros de acciones y ofrecer un dividendo de 17 céntimos por acción en 2016, junto con un margen de beneficio entre un 10 y un 15% a largo plazo.

De momento los analistas habían fijado como pronóstico de margen de beneficios de Nokia para el 2017 una media del 10,2%, pero finalmente la propia compañía ha reducido las expectativas de dicho margen a un valor entre el 8 y el 10%, lo que ha llevado a su reciente caída en Bolsa.