¿Nos vemos en el cloud?

Analizamos la situación del cloud computing en España, qué caracteriza a una buena solución en la nube y cómo esta tecnología ayuda a gestionar la información en la empresa, junto a expertos de OVH, Commvault y Veeam Software.

No llega a ser un viejo conocido, añoso y extendido hasta por los rincones más inhóspitos del planeta, pero hace un tiempo que el cloud computing se ha convertido en tema imprescindible de conversación en las empresas. Se conocen sus ventajas y oportunidades, también sus riesgos y barreras. Los profesionales de la industria han ido destacando su grandeza siempre que han tenido ocasión, intentando favorecer su adopción, informando sobre lo que hay que subir y lo que hay que dejar atrás, buscando que se superen las reticencias de los más novatos a abrirse a un mundo de posibilidades. Pero no basta con hablar de cloud. Llega un momento en el que hay que actuar. Para entender mejor cómo ayuda este fenómeno a gestionar la información, el elemento más valioso de toda compañía, NetMediaEurope ha reunido a un grupo de tres expertos de la industria tecnológica compuesto por David Olmedilla, Business Development Manager de OVH; Iván Abad, Technical Services Manager de Commvault; y Alexis de Pablos, Technical Manager de Veeam Software.

Estos profesionales han participado en un encuentro online moderado por nuestra compañera Rosalía Arroyo, redactora jefe de ChannelBiz.es. Durante la mesa redonda “¿Nos vemos en el cloud?” han hablado del estado actual del cloud computing en España. Pero no sólo eso. Entre todos aclaran cuál es el nivel de adopción del backup en la nube. Han concretado por qué la propuesta cloud no tiene nada que envidiar a los entornos on-premise en cuestión de seguridad. Han entrado a valorar el impacto del cifrado de la información, y también el de las infraestructuras hiperconvergentes. Analizan el papel del canal. Y, además, responden a la duda de qué es lo que hace que una nube sea diferente a otra. Ayudan a diferenciar un buen servicio cloud de alternativas también presentes en el mercado que adolecen de ciertas carencias y animan a dejarse arrastrar por la nube de una vez por todas. Porque la nube ya es presente, aparte de posicionarse como parte fundamental del futuro.

La situación en España

En los últimos años ha habido una evolución bastante positiva” para la adopción del cloud en España, cuenta David Olmedilla, Business Development Manager de OVH. Por fin los clientes se han despojado de aquellos “miedos que nos solíamos encontrar: seguridad, comunicaciones y aspectos legislativos”. Ya “se han roto todas las barreras”. En estos momentos la nube se ve como “una solución firme de continuidad y una gran opción” con la que “ampliar el crecimiento de las compañías”. Iván Abad, Technical Services Manager de Commvault coincide en que “todas las compañías están evolucionando” para llevar “sus sistemas en cloud”, aunque con ciertas particularidades. Mientras “las grandes empresas están tirando más a un modelo de cloud privada, o híbrida en algunos casos”, ese “otro tejido empresarial grande que tenemos en España, que son las pymes”, “tienden más al modelo de cloud pública. Eso sí, la tendencia que se palpa es la de “tener cada vez más sistemas en esa cloud”, sea cual sea la naturaleza de la opción elegida.

“Los clientes están empezando a ver los beneficios reales de los entornos de cloud, en cualquiera de sus modalidades”, explica Alexis de Pablos, Technical Manager de Veeam Software. “Quizás esto ha sido motivado por el hecho de la flexibilidad y la cantidad de oferta”. Contar con “servicios menos estrictos, menos rígidos, hace también que los clientes puedan encontrar cada uno un poco la horma de su zapato”, ver cuál es “el planteamiento que más les beneficia”. Para Olmedilla, una de las grandes ventajas de las soluciones de cloud computing consiste en “la flexibilidad de contratación: lo puedo contratar, dar de baja, contratarlo por horas, darlo de baja al mes siguiente…”. Y eso es algo que “también ha ayudado al canal, sobre todo a la empresa” que se orienta “al software”, a la hora de enriquecer “el proceso de preventa. Porque se puede apoyar en una plataforma de cloud en toda la parte beta y en toda la parte de desarrollo de una solución” de forma “muy transparente”.

No en vano, la nube no sólo está impactando a los clientes y a los propios fabricantes, sino que incide a mayores en el canal, que es un participante “vital” que entrega “el valor añadido que nosotros como ISP muchas veces no podemos aportar”, reconoce el responsable de negocio de OVH, que apuesta por “una relación mutua”, de “simbiosis” en la que “nosotros” facilitamos el posicionamiento de “sus proyectos” y la venta de “sus servicios”. En este sentido, Iván Abad señala que “ciertos partners han tenido que ir evolucionando” sobre la marcha, dado que al principio recelaban del modelo cloud, “lo veían un poco como la competencia”, y a la hora de la verdad “ha sido todo lo contrario”. Al canal le ha costado adaptarse, pero al final “ha tenido que cambiar la mentalidad, no queda otra”. Y es que “no somos competencia”, descarta De Pablos en representación de Veeam Software, “tampoco en este sentido de lo que son los proveedores de servicio, con lo cual todo son ventajas tanto para el proveedor del servicio como para el propio partner”.

El reto de gestionar la información

En este mundo en el que la oferta es tan amplia y los entornos tan dispares, ¿qué retos entraña el almacenamiento y la administración cloud de la información? “El reto es gestionar información”, responde el director de servicios profesionales y preventa de Commvault. “Te va a dar lo mismo la tengas en on-premise que la tengas en cloud”. Lo que va a influir son “los acuerdos que tengas firmados con tus proveedores para ver qué acceso a la información tienes” y “de qué manera recibes feedback de cómo están todos tus sistemas”. El acceso “ya está más que garantizado. Todas las barreras de seguridad poco a poco se van esquivando”, lo que queda es “el tema de cómo gestiono una información”. Aquí “lo que los clientes están solicitando es tener unos grandes mapas de monitorización, una facilidad de acceso tremenda desde todos los sistemas” por parte “de todos sus clientes internos”. Y es ese cliente el que puede protagonizar “el hándicap mayor”, añade el responsable técnico de Veeam Software, “dado que tiene que estratificar” y “definir cuáles son las prioridades” y “requerimientos de cada tipo de servicio” o “aplicación”.

“En muchas ocasiones”, revela Alexis de Pablo, “ni siquiera los clientes se han planteado qué tipo de información pueden exportar hacia cloud, qué tipo de información debe residir en servicios locales… Es decir, ahí hay aún una tarea que creo que está más en el tejado del propio cliente que de los servicios de cloud como tal”. El problema no es aislado. “La evolución de las comunicaciones y la accesibilidad que tienen las empresas a día de hoy permite el poder tener distribuida la información y a la vez accesible. Pero seguimos teniendo ese gran problema en este país”, certifica David Olmedilla, que es “qué información es la importante, cuál es la que me interesa que tenga una mayor accesibilidad. Sigue faltando información de su propia infraestructura en las compañías para poder dar el siguiente paso. Siguen un poco perdidos” acerca de “qué información es la más prioritaria” y cuál no. Falta consultoría. “Pero lo que sí tienen todos muy claro, que yo creo que es lo importante es que todos quieren acceder a toda la información”.

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Hasta ahora, “uno de los problemas que nos solíamos encontrar es la duplicidad, el descontrol de la información, simplemente porque el cliente pensaba que de esta forma se podía garantizar la continuidad de negocio. Y, gracias a las comunicaciones y a la tecnología, todo esto ha evolucionado”, destaca Olmedilla, que cree que se tiende a almacenar demasiado. Hay “información prioritaria que se guarda de forma global pero, por si acaso, la guardamos también de forma local”, comenta el directivo de OVH. La nube le hace un favor a quienes trabajan con la información porque la vuelve “accesible y centralizada, aunque esté distribuida” por “distintos puntos. Ayuda a controlar el valor intelectual de las compañías”, que es precisamente “el mayor valor que tienen” éstas. “No se borra información, se mantiene información por si acaso durante mucho tiempo”, conviene Alexis de Pablos. Y esto hace imposible retener “de forma local todo este planteamiento que se viene haciendo” desde “los años atrás de arquitecturas on-premise. Requerimos apoyarnos en estructuras externas, como es el cloud, que son económicamente” viables para “acceder 24×7 desde cualquier punto”.

Backup y seguridad

Tanto desde OVH como en Commvault y Veeam Software opinan que el backup “suele ser el servicio de entrada”, “uno de los primeros servicios que se mueven a las clouds”, el recurso “por excelencia que primero han brindado la mayoría de proveedores”. Y “¿por qué? Porque al final las empresas todo esto lo hacen por la preocupación de la continuidad del negocio”, detalla el Business Development Manager de OVH, por estar siempre disponibles y “por normativa”. “Si tengo una copia de backup fuera, sé que ocurra lo que ocurra, tardaré más o tardaré menos, pero tendré una alta agilidad de poder recuperar. A partir de ahí, el resto de servicios van entrando solos”, asegura David Olmedilla. “Luego ya empiezan los planes de contingencia”, enlaza Iván Abad. “Son fases, y quizás la primera fase sea ésa, sea garantizar que tengo un sistema totalmente operativo fuera de mi site principal”.

De la mano del backup surgen desafíos paralelos, como “en cuánto tiempo puedo disponer del backup, si esa recuperación la puedo en hacer la propia cloud o la tengo que hacer en on-premise en mis sistemas iniciales”, declara Abad. Aparte, hay que pensar que “no todos los sistemas que tienen los clientes, o grandes clientes, son susceptibles de subir a una cloud. Los grandes entornos mainframe no son factibles”, pero sí los “abiertos”. Tal y como lo ve Alexis de Pablos, “la adopción del cloud tiene que ser algo sencillo, es decir, la adopción de una tecnología no puede ser disruptiva con todo lo que tenemos en nuestros CPDs. Debe ser algo que dé una evolución, que sea una continuidad y que, de alguna forma, sea una extensión”. Olmedilla expresa que las inversiones que acometen los proveedores en seguridad “es muy complicado que” las “pueda asumir una empresa” tipo en España. Antes “tener ese nivel de garantía, requería mucha inversión y los directores de IT siempre les pasaba lo mismo: que planteaban pero nunca podían”. Sin embargo, “gracias al concepto de cloud, tu pago por servicio y el nivel de prestación”, la situación ha cambiado.

“Hablamos de soluciones de una garantía del 99,99 % con anti-DDOS incluido, con soluciones de firewall. A día de hoy es muy complicado el que las empresas puedan tener ese nivel de servicio, y sobre todo en el aspecto evolutivo”. La nube permite evolucionar a al ritmo al que “está evolucionando lo que me puede atacar, y esto es la gran ventaja”, remarca Olmedilla. Y “no es que ahora sea más seguro que antes”. El cloud “siempre ha sido seguro. Lo que pasa es que ahora empezamos a valorar la seguridad de distinta forma”. El portavoz de Veeam Software es otro de los que piensan que “la seguridad estaba ahí”. Y aunque compañías más antiguas “quizás han tenido más problemas a la hora de adoptar la tecnología de cloud”, hay empresas de reciente creación que “ya pueden plantearse el utilizar estrategias de cloud incluso” para “la propia infraestructura, servidores, servicios, etc.”. Los proveedores estarían intentando “hacer que el cloud sea una extensión de nuestra infraestructura on-premise”, de modo que “se hace mucho más liviano” y “sencillo. Esto significa que todos los servicios que tenemos habitualmente de seguridad” se encuentran “al mismo nivel en una infraestructura local que en una infraestructura remota”.

“Obviamente”, añade el Technical Services Manager de Commvault, “los grandes proveedores de cloud facilitan a las compañías el poder estar al último nivel de seguridad, tener las comunicaciones cifradas”. ¿Actúa ese cifrado ralentizando dichas comunicaciones? “No necesariamente”, observa el Technical Manager de Veeam Software. “Puede haber algún caso a lo mejor en el que se requiere un nivel de cifrado superior y” eso “supone una carga, pero es un tema muy, muy, residual. Realmente hoy día con los sistemas que estamos manejando” se asume “la sobrecarga”, dice. “El hardware ya es tan potente que no está restando tiempos a la hora de cifrar”, completa la observación el director de servicios profesionales y preventa de Commvault. Cifrar “no es ni más ni menos que securizar la comunicación. No tiene un gran impacto”. Está claro que habrá que “dimensionar por temas de rendimiento” pero sin mayores problemas. Y hay que tener en cuenta que las plataformas cloud son “dinámicas”, que mejoran “más rápido incluso de lo que nosotros pensamos”, aporta el Business Development Manager de OVH.

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El impacto de las infraestructuras hiperconvergentes

El cifrado no impacta, ¿pero lo hacen las infraestructuras hiperconvergentes? Alexis de Pablos afirma que existe impacto. Y para bien. “El hecho de disponer de infraestructura hiperconvergente supone mucha flexibilidad, mucha rapidez, a la hora de hacer despliegues. Esto cada vez se valora más”. No en vano, son infraestructuras que dan vida a “cualquier entorno en el menor tiempo posible”, algo a lo que el usuario final “es menos sensible”, pero que sí aprecian esos proveedores de servicios que “empiezan a masificar las infraestructuras para dar cobertura”. “Es que el mercado está pidiendo agilidad”, percibe David Olmedilla. “Esto es algo que año tras año lo vamos notando. Antes los plazos de implantación y desarrollo de un proyecto eran muy distintos; ahora todo es mucho más rápido. Y gracias a este tipo de plataformas se puede ofrecer de una forma más dinámica soluciones” tremendamente “completas”. Son justo los “sistemas que nos vamos a encontrar en el próximo año”, que harán que la empresa se convierta de una vez por todas en “empresa en cloud”.

“En entornos cloud lo más sencillo es ir tendiendo a infraestructura hiperconvergente”, apunta Iván Abad, que manifiesta que la propia “cloud como concepto lo que te está posicionando es” en “velocidad” y en “disponibilidad”. Según él, “la cloud per se, sin la hiperconvergencia, a día de hoy no sería posible. No, porque los clientes cada vez crecen más, cada vez tenemos más información y cada vez hay que manejar más datos”. Ahí, “los fabricantes hiperconvergentes lo que te están dando es esa flexibilidad en cuanto a crecimiento hardware” que de otra forma sería “mucho más lento. El poder tener sistemas en cuestión de minutos o poder asumir un pico de carga por cualquier casuística específica de mi negocio” es algo importante. Lo que hace “es reducir el tiempo de disponibilidad”.

Así es una buena nube

Cuando “un cliente busca un cloud, valora siempre los mismos aspectos”, desvela David Olmedilla, Business Development Manager de OVH . Eso sí, se trata de un estudio de “prestación de servicios en conceptos muy básicos” como “cuánto me van a dar de capacidad, de storage, de RAM”. Por el contrario, “hay aspectos que no se valoran”, entre ellos el “compromiso de la empresa que va a darme el servicio cloud”, ya que “el daño muchas veces no es cuantificable”. Y son justo ésos “los aspectos que diferencian un cloud de otro”. Olmedilla defiende que “lo importante es ver el compromiso, ver las infraestructuras del cliente, los data center” y “qué herramientas de administración” o “qué nivel de interacción voy a tener con la plataforma”. Iván Abad, Technical Services de Commvault, va por el mismo camino. “La cloud como concepto son todas iguales. La única diferencia entre un proveedor de cloud y otro es esto: es la calidad de servicio, los SLAs, lo dinámico” que se produzca “o la relación que establezcas tú como cliente con tu partner de proveedor cloud”, enumera. Además de “qué cuadros de mando” facilitan o “cómo de rápido” atienden.

“Todos te van a dar N sistemas, N ancho de banda y, a tanto dinero, lo que corresponda. Y ya está”, simplifica Abad. Por eso es conveniente buscar “a alguien en el que confiar”. Es en “los aspectos más del día a día” donde van a surgir las diferencias más notables. “Fundamentalmente, la diferencia” radica “en el servicio que da el proveedor del cloud” con matices como “la cercanía, la confianza, el saber dónde están alojados tus datos, el poder levantar un teléfono y hablar con alguien que conoce tu infraestructura, que sabe tu problemática, que conoce tu negocio”, ratifica Alexis de Pablos, Technical Manager de Veeam Software. Los proveedores más pequeños aportan contacto “de forma más ágil” y en entornos grandes se ganan otras ventajas como “el tema de disponibilidad en múltiples puntos, el poder tener información incluso en otros países de forma inmediata, réplicas, etc.”. Todo se reduce a identificar “quién te ofrece un servicio que se adapta más a tu necesidad”.