Nueva jornada aciaga para las criptomonedas, especialmente para la más popular, el Bitcoin, que en algún momento ha llegado a cotizar incluso por debajo de los 21.000 dólares. Un cambio que contrasta enormemente con los más de 68.000 dólares a que llegó a cotizarse durante el pasado mes de noviembre.
Con esta son ya doce semanas seguidas las que el Bitcoin lleva acumulando pérdidas, desde que hace tres meses incluso se especulase con que podría superar los 40.000 dólares y, sin embargo, su cotización no ha cesado de descender.
Esta situación también ha afectado a la gran mayoría del resto de las criptomonedas, con Ethereum, que llevaba unas semanas de cierta estabilidad en el entorno de los 3.500 dólares cayendo por debajo de los 1.200 dólares. Esta situación ha colocado al mercado de las criptodivisas en niveles similares a los que existían a finales de 2020, dándose de la circunstancia de que algunas, como el Bitcoin, han perdido desde entonces más del 65 % de su valor.
En esa caída no parece atisbarse un final cercano, por lo que algunos analistas especulan con la posibilidad de que el Bitcoin llegase a cotizarse muy por debajo de los 20.000 dólares, en un proceso similar al que sucedió en 2015, cuando llegó a desplomarse durante meses desde los 400 dólares hasta los 200 antes de emprender un primer ciclo de meteórico ascenso que culminó en otoño de 2017 cuando llegó a los 19.497 dólares, tras lo que sucedió otra vertiginosa caída hasta los 323 dólares en 2019.
Estos vaivenes también terminan afectando al resto de criptomonedas, en un mercado en el que cada actor juega su propio papel pero todos (actores y “público”) permanecen en el teatro sin perder de vista la actuación de la “prima donna” que es el Bitcoin para reaccionar en consonancia.
En la actualidad se suman diversos factores, desde la inestabilidad por la invasión rusa de Ucrania a la inflación o la paralización de los mercados de suministros. Circunstancias que también están afectando a la cotización en Bolsa de empresas como Apple, Google, Microsoft o Tesla, que este lunes perdieron entre un 4 y un 5 % incluso antes de la apertura de los mercados.
Las inversiones de riesgo, como sucede con las criptomonedas, parecen estar atravesando un periodo de desconfianza y el resto de características de la situación económica y financiera mundial hace que muchos inversores busquen destinos más seguros y menos arriesgados para su dinero.
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Asume el cargo de Senior Manager para el Sector Público en España.