Uno de los últimos avances en este tipo de unidades fue la grabación perpendicular, que aumentó la densidad de información que cabía en estos dispositivos en varios órdenes de magnitud, y mientras que ahora un disco medio puede gestionar un par de cientos de Gbytes por pulgada cuadrada, las nuevas técnicas podrían llegar aún a una mayor integración.
De hecho tanto BPR como TAR están orientadas a ofrecer entre 1 y 10 Tbytes de información por pulgada cuadrada. Las dos técnicas combinadas podrían ofrecer unos discos con sectores de 15 nm de diámetro y con velocidades de escritura que podrían llegar a los 250 Mbits por segundo. Cuidado, megabits, lo que supone que no serán mucho más rápidas que las actuales. Pero al menos, sí más densas.
vINQulos