Gracias a un nuevo proyecto bautizado como TechHire que fue presentado ayer por Barack Obama, el gobierno de Estados Unidos confía en recaudar en torno a 100 millones de dólares.
Para lograr el dinero, la administración Obama ha decidido que las empresas tecnológicas que soliciten un visado H1-B para contratar un empleado extranjero deberán pagar una tasa especial.
Con el dinero recaudado, el gobierno estadounidense ha prometido que se centrará en ofrecer formación a ciudadanos americanos que no estén lo suficiente formados, con el objetivo de que puedan acceder a trabajos en el sector tecnológico.
En concreto, se gastará en becas destinadas a organizaciones que ofrezcan cursos de programación para ciudadanos que no tengan las habilidades necesarias para trabajar en el campo TIC en los Estados Unidos.
Obama también ha revelado que actualmente su país ofrece ofertas de trabajo para más de medio millón de profesionales en el campo de la tecnología, en apartados como el desarrollo de software, la administración de sistemas, el trabajo en interfaces de usuario y la ciberseguridad.
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