¡Peligro! WiFi pública

Cuando salimos de viaje, sobre todo si vamos al extranjero, es difícil no caer en la tentación de las redes WiFi públicas. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado porque pueden suponer una seria amenaza a la seguridad.

El verano es una época propicia para los viajes y para la socialización con amigos y familiares. Por eso, es posible que la tarifa de datos de nuestro móvil se nos quede corta, al pasar tanto tiempo fuera del amparo de la red WiFi de casa. Y más aún si vamos fuera de España, donde se cierne la amenaza de los costes de roaming.

En estas circunstancias, es fácil verse tentado por las redes WiFi públicas, que nos ofrecen el ansiado flujo de datos que necesitamos. Sin embargo, quizá no sea una buena idea. Según el informe ‘Norton WiFi Risk Report: Global’,  los usuarios que se conectan a este tipo de redes dan acceso a los hackers a información sensible, como información bancaria y contraseñas.

El estudio pone de manifiesto que el riesgo de estas redes reside en el desconocimiento, ya que el 65% de los usuarios son incapaces de reconocer la diferencia entre una red WiFi segura y una insegura. Así, prima la facilidad de conexión por encima de la seguridad de la información personal. “Sabemos que la mayoría de los consumidores creen que si una WiFi pública cuenta con algún tipo de contraseña, su información está segura, pero nada está más lejos de la realidad”, afirma Fran Rosch, vicepresidente ejecutivo de la Unidad empresarial de Norton en Symantec.

Además, Norton detectó una gran confusión. El 88% de los consultados señala que les preocupa conectarse a redes WiFi públicas que podrían permitir que terceros roben su información. Sin embargo, la mayor parte de ellos (57%) cree que todas las redes disponibles en lugares públicos -aeropuertos, hoteles, cafeterías…-  cuentan con sistemas de seguridad integrados. Pero no es así. Y Norton advierte que buena parte de las aplicaciones más conocidas para Android carecen de la seguridad adecuada, puesto que el 23% de estas apps transmiten información sensible sin encriptar.

De este modo, al acceder a una red no protegida, los hackers son capaces de robar información valiosa a medida que ésta fluye por la red. Y después pueden venderla en los mercados negros de la web o incluso vaciar las cuentas bancarias de su víctima.

Aunque a tres de cada cuatro usuarios les preocupa que sus contraseñas sean robadas y vendidos o que se publiquen fotos íntimas sin su consentimiento, el 81% de los encuestados expone su información personal compartiéndola a través de redes WiFi públicas no seguras. Por ejemplo, más de la mitad de los consultados afirman que han iniciado sesión en sus cuentas personales y redes sociales utilizando redes no protegidas, comprometiendo potencialmente los datos de sus correos electrónicos personales y profesionales. Igualmente, uno de cada cinco usuarios ha accedido a información financiera o bancaria utilizando una Wi-Fi pública.

Y son los más jóvenes quienes más se exponen, ya que el 68% de los ‘millenials’ y el 62% de los miembros de la ‘generación X’ creen que todas las redes WiFi públicas son seguras. Por el contrario, este porcentaje apenas llega al 55% entre las personas con 55 años o más.