“Una persona que se desenvuelve bien en World of Warcraft tendrá una facilidad estupenda cuando tenga que trabajar en un entorno virtual”

El sueño de cualquier niño es el de aprender jugando. Que las multiplicaciones se conviertan cualquier día en un juego de la Play es un sueño que cualquier escolar pagaría – en chuches, claro – porque suceda. Cuando algunos de esos niños crecen, quizás tengan la suerte de ser uno de los afortunados en poder aprender a ser un ejecutivo exitoso jugando.

La última tendencia en gestión empresarial y educación de plantilla y jóvenes directivos son los serious games, una especie de Farmville del mundo de los negocios en el que al otro lado de la pantalla no está una ovejita esperando ser esquilada sino una versión jugable de los problemas a los que se enfrentan cada día los responsables de cualquier empresa o de cualquier administración.

-¿Qué son exactamente los serious games, qué los hace diferentes de un juego cualquiera?

Está entre medias de lo que serían los juegos tal como los entendemos, juegos de consolas, entornos tridimesionales en los que puedes desenvolverte con otras personas, y la simulación. Lo que define las fronteras de un serious game es que refleja una realidad, valga la redundancia, lo más realista posible, con la problemática de un entorno real. Y además refleja un entorno empresarial o de negocio. También lo define la audiencia y su cometido: Un serious game está definido para un entorno profesional, de empresa, para formar y educar en unos determinados conceptos, así como para entornos universitarios y business schools.

Joan Ramón Mallart es gerente de consultoría de IBM Global Business Services. IBM es una de las empresas pioneras que ha sabido ver en los serious games ya no un nicho de mercado sino una apuesta de futuro. Como explica Mallart, a los jóvenes de hoy y directivos del mañana los casos prácticos a lo Hardvard les parecen poco operativos. Innovate, el primer gran serious game de IBM, está en 1.000 universidades y business school. En ESADE, una una asignatura de gestión de procesos de negocios se construyó alrededor del juego. “
El crimen perfecto en educación”, confiesa Mallart.

City One, el último lanzamiento en juegos serios de IBM, presentado por todo lo alto en Las Vegas, permite enfrentarse a todas las necesidades de una gran ciudad desde la perspectiva de varios de sus actores, como el alcalde o el responsable de suministros. A las empresas como IBM les sirves de plataforma para inculcar conceptos como BPM, cloud computing o tecnologías colaborativas.

-¿Desde cuándo IBM apuesta por los serious games?

IBM se metió fuerte hace cosa de cuatro años, porque vio realmente que para diseminar o formar en determinados conceptos los canales tradicionales no eran suficientes. No había una sensibilidad hacia determinadas herramientas entre los decisores clave así que apostó por los serious games como manera de formar a las personas que están en puestos clave. Además, entendimos que era la mejor manera de acercarse a las nuevas generaciones que se incorporarán en breve a los negocios. Este nuevo formato tiene una aceptación brutal en este colectivo, aunque también en el tramo siguiente y en executive education.

-La recepción en la generación Y es muy buena, pero… ¿y en el mundo empresarial? ¿Hay interés en las compañías, en el cliente business

Sí. Innovate, por ejemplo, lo hemos utilizado en colectivos. En Estados Unidos, una aseguradora formó al departamento de atención al cliente con un escenario en Innovate. Hay buena receptividad por parte de las empresas y además nos sirve para introducir conceptos que son muy difíciles de ver si no los pones en un contexto práctico.


-Los juegos son globales. ¿Lanzará IBM algo específico para España y para responder a las necesidades concretas de formación del mercado español?

No, en principio no. Lo que queremos es potenciar las plataforrmas de Innovate o City One porque realmente reflejan problemáticas que ocurren a nivel global y a nivel nacional. Toda la parte de SOA o de BPM es una realidad que estamos implantando en las empresas de este país, porque hay esas necesidades. Queremos llevar Innovate o City One en este país al máximo número de sitios posibles. Aunque sí estamos pensando, en el nivel educativo, colaborar con las business school para que elaboren sus propios escenarios.

-El éxito actual es bastante elevado, imagino que el futuro también lo será. ¿Tenéis unas buenas previsiones de negocio a futuro?

Estamos entusiasmados. La aceptación que ha tenido Innovate ha sido una sorpresa, porque lo lanzamos para ver hasta que punto estaba maduro el mundo de los serious games en cuanto a la receptividad. Lo que nos hemos encontrado es un interés no sólo por los conceptos que hay detrás del juego, también por el medio.

– Y eso que no son muy conocidos…

El serious game es poco conocido por el hecho de que está a medio camino de dos temas que ya se conocen. El mundo del videojuego ya es conocido y adoptado: El videojuego está en el salón de cada casa. Y los juegos colaborativos son una realidad. Ya no sorprende a nadie el éxito de juegos como World of Warcraft.

Juntar una cosa con la otra y ponerla en el ámbito de la empresa, tomando decisiones de negocio, es un ámbito nuevo. Lo que sí nos estamos dando cuenta es que ésta es la línea a seguir. La persona que se desenvuelve en World of Warcraft, que es capaz de virtualmente organizar un equipo de 35 personas para atacar a un clan rival, que es capaz realmente de saber cuáles son las habilidades de cada uno de los jugadores, que es capaz de especializarlos, que es capaz de establecer la secuencia de ataque… Todo esto son dotes de liderazgo que las empresas demandarán en los entornos colaborativos del futuro que ya están llegando. Una persona que se desenvuelve bien aquí tendrá una facilidad estupenda cuando tenga que liderar un entorno virtual de desarrollo de producto. Por eso ahora nos encontramos con gente que se atreve a poner en sus currículum que son nivel tanto en World of Warcraft.

– ¡Qué curioso!

Lo que tú ves que hace un chaval de 14 años, será exactamente lo mismo que le pedirán cuando entre en un entorno laboral. Trabajará con personas que no lo verán nunca y tiene que darles objetivos y establecer un equipo común, en uno que es virtual. Entre juego y realidad la frontera es cada vez más tenue. Por eso el mundo de los serious games está entrando con más fuerza.