Phablets: ¿el dispositivo de 2012?

El Galaxy Note de Samsung no fue el primero. Ya antes había habido bastantes ejemplos de dispositivos a medio camino entre el smartphone y el tablet, como el Dell Streak, que se habían quedado por el camino. Estaba claro que los phablets no iban a triunfar nunca, por eso pocos entendieron la llegada del Galaxy Note, con su Stylus y su pantalla de 5,3 pulgadas. Incómodo para ser usado como un smartphone (¡no se puede coger con una mano!), pequeño para ser un tablet. ¿Por qué había Samsung apostado por el suicidio?

No obstante, unos meses después del lanzamiento de su phablet, Samsung callaba a todos los escépticos anunciando que en cinco meses, desde la llegada del Galaxy Note al mercado en Corea del Sur, había vendido cinco millones de unidades. Parece que el fallo cometido por Dell y los anteriores no fue de concepto. Hay un nicho para el phablet y 2012 parece ser el momento escogido por muchos para explotarlo.

Las razones del éxito

En los escepticismos iniciales que rodearon al Galaxy Note se optó por el argumento de por qué un usuario iba a querer un smartphone tan grande o un tablet tan pequeño, en pensar en las cualidades que cada dispositivo perdía al acercarse al otro y no en las que ganaba. Y son estas últimas, precisamente, las que parecen estar detrás del éxito del phablet de Samsung y que cada vez más fabricantes empiezan a querer imitar.

¿Qué es exactamente un phablet? ¿Se trata simplemente de tamaño? Sí y no. La definición más exacta podría apuntar a un dispositivo con capacidades de conexión por voz (es decir, un teléfono) con una pantalla de entre 5 y 7 pulgadas. Esta permite a los usuarios navegar por Internet o incluso ver fotografías y vídeos con una calidad muy superior a la que se logra en cualquier smartphone (ayudado por las altas resoluciones) sin tener que renunciar a la posibilidad de realizar llamadas telefónicas normales. Además, la mayoría comparten características como un marco muy delgado o inexistente, conexión NFC, cámaras de muchos megapíxeles y accesorios como el Stylus del Galaxy Note.

¿Por qué no tuvo éxito hasta ahora? ¿No existía la necesidad de un dispositivo de este tipo? Lo cierto es que las razones deben buscarse más en las características de los phablets pre-Galaxy Note que en un mercado poco maduro: los avances tecnológicos permitían dispositivos mucho más pobres. Un phablet no tiene sentido sin una pantalla con gran resolución, si no permite una navegación intuitiva y sencilla, si es muy aparatoso, algo en lo que fallaban todos los predecesores.

Sumándose al carro: Nokia, ZTE, LG…

De momento, la única historia de éxito con un phablet como protagonista es la del Galaxy Note, por lo que no está del todo claro si los nuevos híbridos van a suponer un boom como lo fueron los tablets. Por si acaso, eso sí, los fabricantes se están armando y añadiendo phablets a su oferta de productos. En algunos casos, como el de Nokia, parece que hasta con muchas esperanzas puestas en que el dispositivo sea, por fin, el que la saque del agujero: la firma ha anunciado tablets y phablets para este año, todos confiando además en Windows 8.

Otros fabricantes que también se han sumado al carro de los phablets son ZTE, que ha anunciado que lanzará dos distintos este año, HTC y LG. Estos últimos, de hecho, tienen ya sus propuestas en el mercado: HTC lanzó a principios de abril su Titan 2, con una pantalla de 4,7 pulgadas y Windows Phone Mango; mientras que LG vende en Corea del Sur desde marzo el Optimus Vu, de 5 pulgadas con Android Gingerbread.

¿Hay futuro para los phablets?

La pregunta es evidente: ¿tienen futuro los phablets? De momento está claro que en los próximos meses se va a empezar a ver cómo llenan las estanterías de las tiendas de electrónica, lo que no se puede saber es si los usuarios van a responder comprándolos (y demandándolos) como hicieron con los tablets. Porque queda otra cuestión pendiente: en un mundo en el que Apple parece ser quien marca el paso, ¿qué opina la compañía de Cupertino acerca de estos dispositivos?

Porque lo cierto es que este no es un hype empezado por Apple, sino por Samsung, y está por ver si la firma surcoreana es capaz de mantener el mismo nivel de interés por parte de los usuarios. En cuanto a Apple, el iPad mini (o iPad nano) es algo sobre lo que ya se habla desde hace tiempo, cada vez con más fuentes asegurando que la pregunta que hay que hacerse es “cuándo” lanzará Apple su phablet y no “si” lo lanzará. Los rumores hablan de un dispositivo de entre 7 y 8 pulgadas, con un precio dirigido a recuperar a los usuarios perdidos por el Kindle Fire y que sería lanzado a finales de año (incluso presentado ya en junio durante la WWDC).

Si los rumores son ciertos y el fin de año trae consigo un phablet de Apple, la tendencia estará confirmada. Quizá 2012 no vaya a ser el año del phablet, pero 2013 sí lo será. ¿Logrará Samsung seguir siendo líder a pesar de la irrupción de Cupertino en el mercado? La relación entre ambas compañías no tiene visos de suavizarse en los próximos meses.