¿Por qué se incendian los portátiles?

No tengo una especial predilección por los portátiles Dell, de hecho, he sufrido las mismas frustraciones que muchos de vosotros tratando de contactar con su programa de “servicio y soporte”. Sin embargo, no son malas máquinas en relación a lo que cuestan. Personalmente, prefiero pagar un poco más y comprar un HP.

El que sean baratos no significa que sean altamente inflamables: ese es un sambenito que se les ha colgado. Es cierto que van a retirar las baterías dañadas, según una nota enviada por el organismo de protección al consumidor de Estados Unidos, CPSC; y sí, es cierto que están tratando de enterrar el asunto tan hondo como pueden… Pero sé que Dell no es el único: existe todo un almacén lleno de HPs, IBMs y Gateways quemados en alguna parte. Dell vende muchos portátiles, tal vez sean los primeros o los segundos del mundo. Si se pudiera contar el número de situaciones de riesgo que se producen, resultaría bastante sorprendente ver que Dell se incendia más que los otros.

La gente no se da cuenta, por lo general, de lo peligrosas que son las baterías de litio. Tienen una alta densidad energética, lo que significa que la energía se libera rápidamente, es decir, explota.

¿Qué diferencia hay entre las baterías de litio y las alcalinas? La densidad energética. Si liberas toda la energía de un producto a baja densidad, obtendrás poco calor. Cuanto más alta sea la densidad, más probabilidad habrá de que explote. En ambos casos, se puede conseguir mecanismos para liberar energía sin que haya explosión, algunas veces más fácilmente que otras.

La mayoría de las explosiones suceden por unos factores muy sencillos: mal tratamiento del producto, defectos de fabricación o un mal diseño. El mal tratamiento es obvio: mete la uña en una batería de litio y explotará.

El mal diseño puede ser también un problema, aunque menos frecuente. Pero el anuncio de retirada de Dell es una prueba de que puede ocurrir hasta en las mejores familias. Les ha ocurrido a otros y ocurrirá más veces. Aunque con lo costoso que resulta y la mala reputación que genera, se intenta evitar a toda costa.

Lo que le ha pasado a Dell es una mezcla de mala suerte y defectos de fabricación. Cuando te compras unos pantalones nuevos y nada más ponértelos resulta que tienen mal la cremallera, lo que haces es ir a la tienda y decir que estaban mal, que es un defecto de fábrica. Y te los cambian.

En toda producción en masa ocurren estos defectos. Lo que se intenta es minimizar el porcentaje. Si se consigue un ratio de 1 entre 1.000, está bien; si es de 1 entre 100.000, mucho mejor. ¿Uno entre un millón? ¡Increíble! Si las baterías fueran tan fiables, no se verían ordenadores que explotan por ahí.

Si Dell vende unos cuantos millones de portátiles al año, es lógico que haya unos cuantos que salgan ardiendo, incluso si el ratio es bajo. Si el ratio fuera de 1 entre 100.000, con las ventas de Dell, habría docenas de portátiles ardiendo cada año. ¿Por qué? Es sencillo: si falla tu cremallera, cambias de pantalón. Si falla la batería, bueno, explota el ordenador. Defecto de fábrica+densidad energética=explosión.

Ningún fabricante es inmune a esto. Algunos son mejores que otros escondiéndolo. Pero Dell, con su famoso servicio de soporte sólo consigue empeorar las cosas. El trato que yo tengo con el soporte de HP no es mucho mejor, pero si mi portátil explota y ellos me hacen la pelota y me piden mil disculpas, la cosa no pasa de ahí. Si los de Dell dicen a sus usuarios que el problema es de ellos, pues eso, se van a la prensa y lo largan todo.

En definitiva, creo que los portátiles incendiarios son un problema que tiene que ver con las baterías de alta densidad. Son pequeñas bombas de relojería listas para explotar. Como cada vez se venden más, pues cada vez explotarán más. Dell se ha ganado lo que tiene por su mal servicio de soporte y por tratar de culpar a sus clientes. Pero no seré yo el que les lapide por ello.

vINQulos

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