La partida de 300 procesadores ha sido excusada por parte de Newegg como “uno de nuestros socios había enviado por error un pequeño número de cajas de demostración y no las unidades funcionales. Nuestro equipo del servicio al cliente ya ha comenzado a contactar con los clientes afectados“.
Cada caja contenía un disipador de arcilla, y el “microprocesador” no era más que una pletina de metal que llegaba acompañada de unas instrucciones, sello falsificado y hasta errores ortográfico/gramaticales en la caja.
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