Quien hackee el iPhone… ya no arderá en el infierno

Estados Unidos acaba de aprobar una reforma en las normas de copyright: la Biblioteca del Congreso, responsable de esa normativa, ha establecido que el jailbreaking no es ilegal y no atenta contra los derechos de autor de los fabricantes.
La nueva norma permitirá por tanto modificar el alma de los smartphones para adecuarlos a las necesidades de los usuarios y, sobre todo, tocar el iPhone para introducir aplicaciones que no han pasado por el control de Apple.
Hasta ahora, y como recuerda CNNMoney, Apple tenía el derecho de reclamar una multa de hasta 2.500 dólares (1.920 euros) contra todos aquellos que hackeasen el sistema operativo del iPhone para introducir aplicaciones y otros elementos. Nunca lo había hecho, aunque ahora ya no podrá hacerlo. Seguirá manteniendo, eso sí, el derecho a no actualizar el SO de los terminales hackeados.
Lo que no podrá, como recoge The New York Times, es apagar esos teléfonos o impedir que sigan funcionando, porque ya no estará en su derecho.
“Los innovadores sabrán ahora que habrá un mercado para ellos”, asegura la directora de libertades civiles de la asociación que ha impulsado esta modificación en la norma, Electronic Freedom Foundation, Jennifer Granick, a The Wall Street Journal.
Pero, sobre todo y esto sí afecta a más compañías que a Apple, la Biblioteca del Congreso ha ampliado la normativa que permite a los usuarios tocar el sistema operativo de un terminal para desconectarlo de la red de una compañía y conectarlo a otra.
Excepciones a la norma
La norma que permitirá a los usuarios modificar SO a su antojo para poder incorporar los elementos necesarios para conseguir la experiencia de uso que persiguen tendrá seis excepciones.
La que garantiza que no se puedan copiar de forma irregular ebooks es la única que es nueva. El resto ya estaban en las normas de copyright anteriores estadounidenses, como la que impide usar extractos de películas y similares para hacer obras nuevas, fenómeno conocido como viding y muy popular entre los usuarios de YouTube.