Recomendaciones para acertar en la compra de software empresarial

No explorar las necesidades actuales y futuras del negocio, guiarse solo por el precio o copiar las decisiones de los demás son tres errores que te harán fracasar.

¿Vas a renovar la tecnología de tu empresa y no sabes por dónde empezar? ¿Estás a punto de arrancar tu negocio y necesitas elegir el software con el que vas a trabajar a partir de ahora? Te encuentres en el estadio empresarial en el que te encuentres, la elección de programas y herramientas es algo básico.

Y lo cierto es que no todo el mundo lo hace bien, sobre todo en un momento de desarrollo tecnológico en el que las opciones se multiplican.

Es más, hay una serie de errores bastante comunes a la hora de comprar software, según la consultora SoftDoit, que recomienda tomarse un tiempo en el proceso de búsqueda para intentar no equivocarse.

“No estar al tanto de las necesidades de la empresa, ni las actuales ni las que vendrán” te hará fracasar seguro. Aunque el software elegido irá evolucionando con diferentes versiones, que tendrás que aplicar para mayor seguridad y productividad, lo lógico es que sigas fiel a tu elección durante unos años. Usarás ese software durante un tiempo, lo que te obliga a estudiar al detalle las características de tu negocio y las áreas a potenciar ahora y a medida que vaya creciendo.

Otro fallo es “no saber discernir el tipo de software” ideal entre una gran variedad de opciones. Será útil establecer categorías, diferenciando por ejemplo entre software horizontal e integral para determinada gestión y software vertical para un sector concreto. Otra decisión que hay que tomar a prioiri es la del almacenamiento de la solución, bien en local, en los servidores de la empresa, bien en la nube.

Dejarse llevar por la herramienta más económica o la que es más popular”, la que ya usan otras empresas simplemente porque ellas la usan, no puede derivar en nada bueno. Cada empresa tiene sus particularidades. Además, si una herramienta es muy barata en un inicio, pude que haya truco escondido y que su precio se eleve más adelante a la hora de pagar el mantenimiento.

“No tener en cuenta las demos ni los servicios de posventa” también puede salir caro, por el mismo tema del mantenimiento, del soporte, la asistencia y la formación. En caso de poder acceder a una demo primero, tu empresa y tú os podréis familiarizar con sus funcionalidades y os ahorraréis quebraderos de cabeza.

No hay que “olvidarse de que los empleados también forman parte del proceso” o se caerá en un nuevo error. Todo el equipo utilizará la solución, así que todos sus miembros tienen que estar al tanto de las nuevas funciones y usos antes de que se implemente para que sean capaces de sacarle provecho de la mejor de las maneras. Si todo el equipo se siente, y está, implicado, el proceso será más sencillo.

Por último, “no tener en cuenta el asesoramiento profesional” puede traer malas consecuencias, sobre todo cuando no se tiene muy claro qué necesita la empresa o qué solución se adapta con mayor fidelidad a sus requisitos.