La nueva propuesta nace de una sugerencia formulada en un estudio de la Oficina del Reino Unido de la Propiedad Intelectual, el cual concluye que las sanciones penales que contempla la ley sobre derechos de autor, diseños y patentes de 1998 podrían ser modificadas para alinearlas con delitos relacionados, como podía ser la falsificación.
La cuestión está en que las autoridades piensan que se requieren penas de prisión más largas para poder disuadir a los infractores de derechos de autor a gran escala en internet. En principio, estas penas estarían pensadas ante todo para aquellos que comercializan con el material y obtienen un beneficio económico de ello, más que para el usuario que usa esos enlaces para su uso privado, pese a que no se descarta el hecho de que finalmente lleguen a aplicarse las penas también a estos últimos.
De esta forma Reino Unido pone en su punto de mira a quienes se aprovechan de compartir enlaces de contenido protegido por el copyright para lucrarse y hacer negocio de ello. El primer ministro de propiedad intelectual advierte que “El gobierno se toma el crimen del copyright de manera extremadamente seria- hace daño a negocios, consumidores y a la economía en general, tanto online como offline”.
Antes de avanzar con esta ley que tratará de impedir la piratería en Reino Unido, se realizará una consulta, sin embargo ya existe el precedente de la recién aprobada en el territorio y que castiga la copia de CDs y DVDs, incluso aunque dicho material sea para el consumo personal y no para su venta, por lo que seguramente la propuesta seguirá adelante.
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