Hace unos días se hacía pública la compra de Pebble por parte de Fitbit.
Y, aunque en su momento se dijo que Pebble dejaría de fabricar y vender wearables como consecuencia de esta operación, ahora la compañía ha aclarado qué pasará con los dispositivos ya existentes. O, como explica en un post, “qué puede esperar la comunidad de Pebble de la migración de nuestro equipo a Fitbit”.
En primer lugar, ha establecido como objetivo “apoyar a la comunidad de desarrolladores de Pebble que hemos amado y fomentado, trabajando para garantizar que los relojes Pebble continúen operando”.
Según se desprende de la explicación de Pebble, sus wearables seguirán funcionando, al menos a lo largo del año que viene. Sus responsable dicen estar “haciendo todo lo posible para mantener el software y los servicios de Pebble funcionando hasta 2017”.
Esto pasa por mantener activos tanto el Pebble SDK como las Timeline APIs, CloudPebble, el firmware, las aplicaciones móviles, la tienda de apps y el portal de desarrolladores.
En definitiva, los desarrolladores deberían ser capaces de seguir dando vida a su software; y los usuarios, de utilizar sus smartwatches.
En los planes de Pebble entra deshacer la dependencia de las aplicaciones de los servicios cloud para que las funciones básicas sigan en marcha. Todavía queda por resolver qué ocurrirá con ciertas características que dependen de servicios de terceros, como la mensajería o el dictado, por ejemplo. Por su parte, Pebble Health no debería experimentar problemas.
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