Satyam, sin príncipe azul preparado para el rescate

Satyam, la mancha negra en el emergente y cada vez más poderoso mercado TIC indio, sigue acumulando tachones en su expediente. La firma, que necesita urgentemente un plan de rescate que la saque del atolladero financiero y legal en el que se encuentra sumida, no consigue convencer a ningún grupo inversor para que se haga cargo de sus cuentas.
La tecnológica asiática confirmó que estaba buscando un grupo de inversión que respondiese ante las necesidades de la compañía, aunque por el momento no está teniendo éxito en sus pesquisas. El primer posible pretendiente ya ha confirmado que no está interesado en invertir en Satyam.
La firma de ingeniería y construcción Larsen & Toubro Ltd, a quien la prensa ya daba por salvadora de Satyam, acaba de negar su interés en la compañía. “Es totalmente incorrecto”, apunta a Reuters un portavoz. “no estamos haciendo ninguna oferta”.
A pesar de este aparente desinterés, la firma podría ser pronto vendida. Uno de los miembros de la ejecutiva acaba de confirmar que están siendo rondados por posibles compradores, dispuestos a hacerse con el control total de la firma. “Todo lo que puedo decir es que potenciales comprandores se están aproximando a nosotros”.
Una compra o una inyección de capital podría aportar estabilidad a la compañía, que ya ha sido rebautizada por los medios de comunicación como el Enron indio y que se ha convertido en el mayor desfalco de la historia de la industria tecnológica.
Satyam continúa con la búsqueda de un CEO y un CFO que se hagan cargo de las riendas de la compañía, como confirma la propia empresa en un comunicado, tras incorporar tres nuevos miembros a la junta de dirección.
Nuevos problemas
Este nuevo consejero delegado tendría que asumir una situación cada vez más complicada. La prensa india acaba de aportar un nuevo dato que enreda aún más la madeja de mentiras en la que se asentaba la contabilidad de la firma.
El número de empleados con los que contaba la compañía era un dato falso más que apuntalaba una estrategia de desvío y camuflaje de capital. Frente a los aparentes 53.000 trabajadores que Satyam daba por asociados a la empresa, el número real de personal se situaba en los 40.000, tal y como publica The Economic Times.
Además de una dirección de recursos humanos imaginativa, la enseña debe enfrentarse a sus primeras renuncias y deserciones. Las grandes cuentas, como Nestlè o General Electrics, podrían haber cerrado su colaboración con Satyam, aunque desde la firma aseguran que los clientes continúan confiando en ellos.
“La Ejecutiva reitera que está en contacto con sus consumidores clave y que el servicio no se ha visto afectado”, explican en un comunicado a los medios. “Numerosos consumidores han expresado, de hecho, su continuo apoyo, un hecho muy alentador”.
La desercción de clientes podría ser, aún así, un problema menor. La red delictiva de Ramalinga Raju abarca, a juzgar por las últimas investigaciones de las autoridades indias, a dos nuevas compañías unidas a Satyam en el desvío de fondos, tal y como publica Reuters.
Por otra parte, la firma india podría enfrentarse a problemas legales en más países que el propio. La SEC estadounidense también estaría investigando las implicaciones de la estafa, según publica Bloomberg.