¿Se enfría la fiebre de la impresión 3D?

Las ventas de los dispositivos caerán hasta la llegada de nuevos modelos mejorados.

Algunas voces creen que la verdadera explosión del negocio de impresoras 3D no tendrá lugar antes de 2025. No dejan de ser conjeturas, aunque la realidad es que a día de hoy los principales fabricantes de impresoras 3D tienen están recortando sus previsiones de ventas.

Según un reportaje que publica hoy The Wall Street Journal, el consumo de estos dispositivos se está ralentizando mientras los usuarios esperan la llegada de modelos mejorados.

El Journal ha analizado las previsiones de negocio de dos de los principales fabricantes de impresoras 3D y ha encontrado un punto en común: las ventas han disminuido en términos anuales y las previsiones de crecimiento son muy cautas.

La principal razón de este fenómeno se debe a que los consumidores esperan modelos más rápidos y sencillos de usar. Son estos dos los principales hándicaps de este tipo de dispositivos, coinciden los analistas.

Y es que el precio sólo caerá si el mercado de consumo empieza a dinamizarse.

En cuanto a las posibilidades de estos dispositivos de la empresa, la investigación concluye que la verdadera revolución comenzará con modelos más fiables, que dejen de lado los principales problemas que tienen en la actualidad. Su éxito dependerá de las garantías que ofrezcan los nuevos modelos que están por llegar, declara al periódico un experto en este negocio.

HP empezará a vender un modelo orientado a la empresa que promete ser hasta 10 veces más rápido que las impresoras 3D que actualmente hay en el mercado. La compañía anunció en abril de 2014 que desarrollará sus impresoras en tres dimensiones desde su centro de I+D de Barcelona. Espera que este negocio crezca un 26% en 2016.