Siemens está siendo investigada por las autoridades de Estados Unidos desde finales del año 2006 por el pago de sobornos en la compañía mediante la creación de empresas tapadera y compañías en paraísos fiscales.
El pasado noviembre, Siemens anunció un programa de amnistía para ofrecer a los trabajadores involucrados la posibilidad de acogerse a un proceso de aclaración de estos hechos, que constituían una violación de las leyes anticorrupción. El programa de amnistía, que finalizaba a finales de enero, contempla que la compañía no solicitará indemnizaciones por daños o que no despedirá a los empleados de forma unilateral.
Hasta la fecha, 66 empleados han participado en el programa y , como el número de peticiones de amnistía ha aumentado considerablemente, Siemens ha ofrecido una prórroga de un mes, hasta finales de febrero. El escándalo de corrupción ya le ha costado a la empresa alemana 1.600 millones de euros.