Social Business, herramientas para hacer realidad la nueva empresa conectada

Juan Miró, sales manager de Infor España reflexiona sobre la redefinición del software de gestión empresarial gracias a las nuevas herramientas sociales actuales.

ERP moderno significa ERP social

Los empleados actuales están acostumbrados a acceder a los “me gusta” de Facebook desde un teléfono móvil o tableta y a disfrutar de una experiencia consistente y familiar en Amazon desde cualquier parte del mundo gracias a la web. Pueden comunicarse y conectarse en movilidad y, lo que es más importante, ahora piden lo mismo a su software en el lugar de trabajo.

Existe una ventaja competitiva en el hecho de contar con una interfaz de usuario intuitiva que pueda mejorar la navegación, simplificar las comunicaciones, reducir la curva de aprendizaje, mejorar la experiencia de usuario e impulsar la productividad. Una interfaz de usuario moderna puede crear un entorno de “empresa social” en el que el poder de las modernas redes sociales, herramientas y aplicaciones de negocio se combina para transformar profundamente la forma en la que los individuos trabajan.

Un aspecto crítico es el uso de un “feed” de noticias al que las personas puedan suscribirse, en lugar de utilizar los torrentes de correos electrónicos esporádicos. En lugar de seguir a personas en Twitter y Facebook, los “objetos” se siguen dentro de una red de empresa social que puede incluir órdenes de compra y ventas, peticiones de trabajos de mantenimiento, clientes, facturas e incluso piezas específicas de los equipos. El sistema alerta al suscriptor siempre que el objeto cambie de estado. Además, un usuario puede “compartir” un objeto dentro de una actualización para otros individuos que trabajen en la cadena de suministro de la empresa.

Esto no es simplemente un canal de chat social que se encuentra fuera de las aplicaciones de la empresa. La empresa social necesita integrarse dentro de la aplicación, por lo que los objetos dentro del “feed” de noticias son extracciones directas de la aplicación. De este modo, cualquiera que tenga dudas, por ejemplo, sobre una “factura sospechosa” puede hacer clic en el objeto e invocar la aplicación ERP subyacente para resolver el problema en tiempo real.

Cuando se comparte una actualización, el contexto de esta actualización acompaña al objeto compartido. Esto significa que el receptor conoce el contexto preciso en el que se ha suministrado la información y puede actuar en consecuencia. Esta secuencia de “Seguir-Compartir-Actuar” define a la nueva generación de ERPs; con la información y el trabajo siendo seguidos por las personas del equipo de forma directa, capacitando a las personas para actuar y lograr resultados específicos.

Estas redes de empresa social son inteligentes puesto que están diseñadas para utilizar la red existente de personas, aplicaciones, máquinas y datos –incluso cuando las personas no se conocen entre sí. El sistema puede conectar de forma proactiva a la gente, con mensajes del tipo “¡debes conocer a esta persona!”. Utilizando el conocimiento de todas las conexiones necesarias entre personas/departamentos en sus puestos de trabajo específicos, se puede crear un “gráfico social” de la empresa para la composición del sistema.

Una empresa social basada en el ERP ofrece capacidades de colaboración intensiva y, gracias a la facilidad de integración móvil con el ERP, aporta incluso más opciones para los empleados que viajen.

Conclusión

El ERP es en sí mismo el resultado de una evolución tecnológica: los primeros sistemas de planificación de la fabricación de hace 30 años que dieron lugar al ERP están ahora confinados en los dominios de las aplicaciones antiguas. Ante las enormes oportunidades para aprovechar nuevas formas de trabajar más inteligentes, rápidas y ágiles, las empresas necesitan hoy transformar el dinosaurio ERP monolítico que vive en su back office, en una herramienta amable que se adapte al entorno empresarial moderno y social.