El teletrabajo no convence a las pymes españolas

El confinamiento al que ha obligado la COVID-19 ha dado un impulso muy importante al teletrabajo. Muchos expertos afirman que ha venido para quedarse, pero las pymes españolas no parecen muy convencidas.

Durante los últimos meses, se ha hablado mucho acerca del teletrabajo y sus bondades: mejor conciliación familiar, incremento de la productividad, posibilidad de contratar talento en cualquier parte…

La mayoría de expertos afirman que el impulso que ha experimentado el trabajo a distancia en estos últimos meses ha sido definitivo, por lo que auguran que la tendencia a instaurar el teletrabajo perdurará incluso después del fin de la pandemia.

Sin embargo, quizá haya que rebajar las expectativas. Sage acaba de publicar el informe ‘Post-covid y Pymes’, a partir de la encuesta realizada a 300 pequeñas y medianas empresas españolas en torno a la crisis generada por la pandemia y el futuro que prevén para su actividad. Y los resultados se alejan bastante de esa visión idílica.

Uno de los datos que destaca es que más de la mitad de las pymes consultadas (57,4%) ve nada o poco probable que el teletrabajo aumente en el futuro en su negocio. De hecho, el 53,1 % de las empresas no espera incrementar la inversión en herramientas tecnológicas destinadas a facilitarlo.

Además, únicamente el 22,6% de las compañías encuestadas considera que existe una alta o muy alta posibilidad de que el teletrabajo se instaure en su negocio a largo plazo si no existe obligación de confinamiento. Por ello, sólo el 27,8% de ellas opina que hay una alta o muy alta probabilidad de aumentar la inversión y uso de tecnologías destinadas al trabajo remoto.

La respuesta de las pymes está basada en la escasa predisposición que detectan en sus plantillas hacia el teletrabajo. El informe desvela que 6 de cada 10 pymes (59,3%) creen que, como mucho, sólo querría seguir teletrabajando una cuarta parte de sus empleados. Y apenas 1 de cada 10 empresas (10,8%) piensa que querrían acogerse a esta opción entre el 76% y 100% de su plantilla.

Por otro lado, las pymes españolas no están demasiado de acuerdo acerca del incremento de la productividad y la eficiencia que se supone que comporta el teletrabajo. Así pues, la mitad de las empresas (48%) cree que el aumento en la productividad de los trabajadores que ha traído el teletrabajo ha sido nada o poco notorio. En el sentido opuesto, una cuarta parte de las pymes (24,5%) está de acuerdo o muy de acuerdo con que sus empleados han sido más productivos gracias al teletrabajo.

En cuanto a su respuesta ante la instauración obligatoria del teletrabajo, muchas empresas reconocen que no han estado a la altura. De este modo, apenas el 3,4 % de las medianas empresas -de 51 a 250 trabajadores- piensa que se ha adaptado adecuadamente para facilitado el trabajo remoto a sus empleados, con consejos de adaptabilidad o pautas de buenos hábitos. Por el contrario, el 80% de las pequeñas empresas -de 1 a 50 trabajadores- cree que sí ha facilitado el trabajo en remoto a su plantilla.

En cualquier caso, la mayoría de las pymes ha seguido operando gracias al teletrabajo, aunque su implantación difiere dependiendo del tamaño de la compañía. Mientras que el 89 % de los trabajadores de las empresas medianas se encuentran teletrabajando desde el inicio de la crisis, sólo 57,5% de los empleados de las pequeñas empresas está trabajando desde casa.

También hay disparidad en cuanto al aumento del uso de aplicaciones de videoconferencia para gestionar el trabajo en remoto. Un 50,6% de las pymes opina que la utilización de este tipo de herramientas ha aumentado poco o nada, mientras que el 37,8% de las empresas consultadas sí que aprecia un incremento alto o muy alto en su utilización. Y la respuesta varía sustancialmente en función del tamaño de las compañías. Entre las pequeñas, más de la mitad (54,5%) cree que el aumento del uso de estas aplicaciones ha sido alto o muy alto; pero sólo un 28% de las medianas empresas afirma haber percibido dicho incremento.