Email a copy of 'Tendremos que esperar hasta 2017 para que Apple Watch sea un superventas' to a friend
Cargando ...Ayer mismo te contábamos aquí en The Inquirer cómo Apple en sus cuentas trimestrales no ofrecía datos concretos sobre las ventas del Apple Watch, lo que hacía augurar un estancamiento que podría llegar a ser peligroso en la demanda del reloj inteligente.
Pero ya comienzan a sonar voces de reputados analistas que respaldan la “disculpa” que ofreció el propio Tim Cook, consejero delegado de Apple, al dar a conocer los resultados de la empresa durante el pasado trimestre. Tras un momento inicial con ventas millonarias (en unidades) y hasta dificultades para conseguir unidades disponibles, la curva de demanda ha ido cayendo sin solución de continuidad. El propio Cook ofrecía una comparación con la evolución en sus primeros momentos a la venta del primer iPhone y lo cierto es que el Apple Watch incluso supera esas cifras, pero ahora hay más voces que parece dar la razón a ese análisis que pide prudencia y paciencia y que difiere a un momento entre los años 2017 y 2018 para llegar a la consolidación definitiva del Apple Watch como dispositivo superventas.
De hecho se cifra en más de un año el tiempo que habrá que esperar hasta que las aproximadamente 3 millones de unidades que se estima Apple ha vendido durante el pasado trimestre lleguen a alcanzar los 14 millones de unidades mientras que para 2017 podría llegar el momento de la eclosión definitica del Apple Watch con 40 millones de unidades vendidas al año. Ello supondría para la empresa fundada por Steve Jobs que el reloj inteligente supusiera ya un 9 % de sus beneficios anuales.
Parte de los elementos que contribuirían a esa consolidación del Apple Watch tiene que ver con la inminente aparición de la segunda actualización de su sistema operativo pero también que para dentro de un par de años, y siguiendo la tónica habitual de la marca, podría aparecer en el mercado una segunda versión del reloj inteligente que pudiera suponer un salto cualitativo como en su momento sucedió al comparar las prestaciones (e incluso el diseño) entre el primer iPhone y el modelo 3GS o incluso el 4.
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