¿Tiene futuro el formato ODF?

El formato de Microsoft sigue ganando pequeñas batallas, y de hecho se esperaba que Massachussets, que fue el estado que inició toda la polémica sobre los estándares abiertos de documentos acabara apostando por ODF, pero finalmente el responsable de esta decisión finalmente ha anunciado que OOXML será el formato elegido.

Esa decisión ha hecho que las dudas sobre ODF se contagien a otros estados americanos en los que la legislación sobre estándares abiertos no ha beneficiado finalmente al formato del organismo OASIS. Es extraño, ya que mientras que la implementación de OOXML es aún muy limitada, ODF sí está implantado de forma estándar en varias suites ofimáticas.

Sin embargo, parece que el problema reside en los escenarios empresariales, en los cuales los procesos están muy automatizados y la conversión de documentos de un formato a otro – algo necesario al pasar de OOXML a ODF y viceversa – no es posible. Eso obliga a tener una integración de productos totalmente transparente, así que muchas de ellas prefieren tirar directamente por la solución de Microsoft, que garantiza que el uso de su formato no producirá “artefactos de conversión”, pequeños errores en el formateo o situación de elementos en el documento.

Como concluyen en LinuxWorld, la esperanza aún está presente en la Unión Europea, donde puede que ODF si que se utilice. En una conferencia del pasado mes de febrero los responsables europeos de estas gestiones señalaron que ni ODF ni OOXML cumplían todos los requisitos necesarios, y que lo mejor sería contar con un modelo mixto

vINQulos
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