Toshiba espera una pérdida mayor de lo previsto en medio de los crecientes costes de su plan reestructuración, como señala Reuters.
La pérdida neta anunciada ahora por la compañía es de 710.000 millones de yenes (6.020 millones de dólares) en comparación con la estimación anterior de 550.000 millones de yenes.
El fabricante japonés trata de recuperarse del escándalo contable (infló las ganacias del ejercicio 2009) y esto le ha llevado a una reestructuración a gran escalada del negocio.
En diciembre, la compañía anunció que recortará 7.000 puestos de trabajo de su división de electrónica de consumo, que sumados a los anunciados previamente suponen una reducción total de más de 10.000 empleados.
Toshiba busca deshacerse de áreas poco rentables y venderá gran parte de su negocio de chips para centrarse en el segmento de memoria flash y la energía nuclear como mercados estratégicos.
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