Microsoft ha decidido continuar ayudando a los desarrolladores y a los propios vendedores de software en sus tareas cotidianas, en plena era del cloud computing y la movilidad.
Dio un paso hacia esta dirección con la puesta en marcha de Azure App Service y ahora sigue por el mismo camino con lo que ha dado en denominar Azure Service Fabric.
Esta solución a la que, según han explicado sus responsables, le ha costado unos cinco años salir adelante, se sirve de tecnología clave para la plataforma cloud que le da nombre y ciertas herramientas tipo el nuevo Skype for Business o Bing Cortana, por ejemplo.
¿Su objetivo? Dar vida a servicios a hiperescala en la nube que se caractericen por cuestiones como la personalización, la disponibilidad, la automatización y la durabilidad.
Aunque en un principio la compatibilidad que está garantizada para esta plataforma se limita al sistema operativo de la casa, Windows, se espera acabar extendiendo dicho soporte a Linux.
La versión preliminar de Azure Service Fabric llegará durante la celebración de la edición de este año de la conferencia de desarrollo BUILD, prevista para la semana que viene.
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