Tras el chip superavanzado del iPhone 5 hay una decisión visionaria

Ha sido un viaje de largo recorrido; cuatro años ha tardado Apple en diseñar su propio chip, el A6 que se integra ahora en las entrañas del iPhone 5.

En aquel momento, con Steve Jobs al mando, Apple tomo una valiente y arriesgada decisión –de esas cuyos beneficios se ven a medio-largo plazo, de esas que guía la intuición y la confianza en el correcto devenir de los hechos-.

En los despachos de Cupertino se decidió que diseñarían sus propios chips. Esto necesitaría una importante inversión en dos direcciones: la compra de PA Semi, empresa de diseño de chips; Intrinsity, firma especializada también en diseño; la compra de licencias a ARM y la puesta en marcha de un amplísimo equipo de ingenieros.

En el caso de Apple, la inversión fue de 500 millones de dólares, como señala BusinessWeek.

El resultado es A6, que promete una mayor duración de la batería y rendimiento. Un analista que consulta el diario asegura que el procesador es tan exclusivo que obligará a los desarrolladores a reconstruir aplicaciones para beneficiarse de todas las características del chip.

Pero será un esfuerzo que merezca la pena: Apple comercializará productos con un chip muy avanzado y diseñado a su medida, que le otorgará múltiples beneficios a corto plazo. Según el analista el iPhone 5 podría generar 25.000 millones de dólares en beneficios durante la etapa de compras navideñas.

Y todo comenzó con una inversión de mucho tiempo y 500 millones de dólares.