Los usuarios denuncian el elevado precio del roaming

La regulación del precio de las llamadas móviles al extranjero ?fenómeno
conocido como roaming o
itinerancia? continúa causando problemas, pese a que desde hace varios meses, la
Comisión Europea ha amenazado con
publicar las tarifas que considera abusivas.

Cuando un usuario decide viajar fuera de su país, los operadores facturan
costes de re-direccionamiento de las llamadas a precios a menudo prohibitivos,
que rondan el euro por minuto, mientas que el coste medio para las llamadas
locales está en 23 céntimos.

Por este motivo, la Comisión pretende revisar todas las tarifas de
itinerancia, además de establecer un límite tanto a los precios que se facturan
entre los operadores como a los que cobran a los usuarios, y que tiene por
objetivo reducir un 70% el precio actual del roaming.

La proposición deberá ser aprobada por la Comisión Europea antes de ser
sometida al Parlamento y luego al Consejo, y tomará la forma de un reglamento
directamente aplicable en verano de 2007.

Sin embargo, la presión intensiva de los operadores parece dar sus frutos.
Así, la
Oficina
Europea de los Consumidores (BEUC)
, reprocha a los operadores el hecho de
mentir sobre las cifras comunicadas a los eurodiputados, que hablan de una
reducción del 25% con el fin de hacer fracasar el proyecto.

Una afirmación que el BEUC califica de ?abusiva y falsa?, por lo que la
organización ha encargado un estudio independiente al respecto realizado por el
gabinete Altex, que concluye que las ofertas lanzadas por los operadores para
itinerancia son?poco interesantes, exigentes o destinadas a nichos muy
reducidos?.

Además, los operadores, apoyados por algunos gobiernos, estiman que una
regulación de los precios que se aplican entre las compañías debería bastar para
producir automáticamente una bajada de los precios que se facturan a los
usuarios. Supuesto también considerado falso por la BEUC, quien denuncia que la
bajada del precio anunciada en octubre de 2006 no ha repercutido en el precio
final.

Según un estudio de impacto realizado por la Comisión, esta regulación del
precio de las llamadas internacionales podría costar 5.000 millones de euros de
beneficios anuales al sector, lo que explica la presión de los operadores.

De acuerdo con un sondeo realizado en toda Europa, el 81% de los encuestados
estima que el elevado coste de las llamadas al extranjero es un factor
disuasorio, mientras que el 70% considera que ?la intervención de la UE es
necesaria para reducir los costes de itinerancia en beneficio de los ciudadanos
corrientes?. Además, el 68% es favorable a una intervención de Bruselas para
hacer bajar los gastos de itinerancia para los SMS, y un 43% ?aún no tiene una
idea clara de lo que paga por realizar o recibir llamadas mientas está en el
extranjero?.

Razones para sumar a los argumentos de Viviane Reding, comisaria europea
para la Sociedad de la Información, que pelea desde hace años para hacer bajar
estos precios.

Fuente
original