Visados biométricos para evitar el fraude

Durante la sesión plenaria de esta semana, el Parlamento Europeo votará mañana la resolución sobre el uso de visados biométricos en el Viejo Continente, una medida que completará el uso de los pasaportes biométricos que la Eurocámara aprobó el pasado enero.
Europa pretende combatir el fraude a la hora de facilitar la identidad introduciendo datos biométricos en los visados, “permitiendo verificar de manera fiable la identidad de los solicitantes”. La puesta en marcha de la incorporación de estos datos parte de un acuerdo “en segunda lectura” al que llegaron el Consejo y el Parlamento Europeo.
Los datos que se incorporán al visado serán las diez huellas dactilares de los individuos y su imagen facial, lo que permitirá contar con una información imposible de falsificar para identificar a los individuos.
Estos son ya los datos que incorporará el pasaporte biométrico que tendrán todos los europeos en un futuro y que en España incorpora el chip que desde 2006 acompaña a los pasaportes.
En el caso de los visados, y para simplificar la toma de datos, el Viejo Continente contará con una única oficina representativa para gestionar la concesión de estos visados de última generación, aunque cualquier estado estará abierto a que crear su propia oficina para la toma de estos datos.
Privacidad y derechos
Europa dejará al margen de esta decisión a los menores de doce años, cuyos datos no se incoporarán a ninguna base de datos electrónica ni a ningún chip asociado al visado.
“Los diputados han logrado que los niños menores de 12 años queden exentos de la obligación de dar sus huellas dactilares”. Tal y como recuerda el PE en una nota de prensa, estos datos son aún cambiantes antes de esas edades, por lo que habría una elevada posibilidad de error en datos como los rasgos faciales.
De hecho, los menores de 12 años también están exentos de facilitar estos datos para la expedición de un pasaporte.
Además de los derechos de los menores, la medida protegerá la privacidad de los individuos. Europa deja claro que la subcontratación para la gestión de estos datos será únicamente en última instancia y que sólo se realizará cuando “sea imposible organizar la recolección de datos biométricos en condiciones adecuadas, o si no se puede asegurar una cobertura geográfica suficiente”.