Entre los meses de enero y noviembre de 2022 (aún no se ha computado la información relativa al mes de diciembre) la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC) ha registrado una pérdida conjunta de 380.000 clientes de las operadoras de telecomunicaciones Vodafone y Orange, con el siguiente reparto entre ambas:
Una cantidad de clientes muy similar a la suma de ambos de perdió Telefónica (319.000), aunque esta empresa también partía de una cantidad de clientes muy superior a Vodafone y Orange.
El mes de noviembre fue el peor para Vodafone al perder en ese periodo más de 34.000 clientes, suponiendo la cuarta parte del total anual. El gran beneficiado ha sido Digi, la compañía rumana que está aglutinando las principales ganancias de nuevos clientes, ofreciendo precios contra los que sus competidores tienen poco margen de maniobra.
Esta situación se produce en un contexto de escaso crecimiento del sector, apenas un 2,2 % totalizando 5.771 millones de euros durante la primera mitad del año, de los cuales casi la cuarta parte (un 24,8 %) los obtuvieron MásMóvil, Digi y otros OMV (operadores móviles virtuales).
La respuesta a esta situación, en medio de un aumento de la inflación, ha sido el incremento generalizado de los precios de las tarifas, con prácticamente la única salvedad de Digi, que no solo no ha mantenido sus precios sino que incluso los ha bajado.
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