Paralelamente, desde un punto de vista organizativo, no se puede asumir que un régimen de gobierno corporativo único valga para todos. “Demasiado gobierno o demasiado poco matará un proyecto SOA, así que una compañía tiene que calibrar el nivel justo”, comenta Malinverno. De esta forma, una entidad debe asegurar que su régimen de gobierno no peca de demasiada sofisticación ni que es desproporcionado respecto al tamaño, la organización y la cultura de la empresa.
De acuerdo con Gartner, las áreas donde más errores comenten los departamentos informáticos y los responsables de aplicaciones a la hora de encomendar un proyecto SOA son:
Materia técnica - Subestimar la complejidad técnica de una SOA a gran escala;
- Una selección inadecuada de los componentes de la infraestructura de la aplicación;
- Una validación insuficiente de la infraestructura que posibilita la SOA (por ejemplo, no realizar una prueba de concepto o pruebas de estrés);
- Malas prácticas en cuanto a la seguridad, la gestión y el manejo de problemas que surjan en torno a la infraestructura, los servicios y las aplicaciones cliente de la SOA;
- No calibrar adecuadamente la granulación de los servicios;
- Una documentación no actualizada o insuficiente.
Materia organizativa
- No contemplar cambios o mejoras en el gobierno corporativo;
- Tratar la organización de un proyecto SOA como cualquier otro proyecto para el desarrollo de aplicaciones;
- No anticipar un aumento en las incidencias de atención al cliente una vez que la SOA madure;
- No instalar un centro para fomentar competencias de integración o un centro de excelencia en torno a la SOA;
- Externalizar los arquitectos del sistema (o no contratarles).