La pérdida de datos es un problema que afecta de forma muy negativa a las empresas ya que repercute en su seguridad, en su imagen y en sus beneficios, además del daño que supone la pérdida de información sensible o secreta.
El origen de este contratiempo puede ser muy variado, sin embargo el 40% de las pérdidas de información en el entorno empresarial están directamente provocadas por errores humanos, según una encuesta realizada por la firma Kroll Ontrack.
Cada vez existen sistemas más eficaces para mantener a salvo los datos realizando copias de seguridad, sin embargo muchas compañías siguen sin disponer de programas adecuados y dedican los mínimos recursos posibles a esta tarea.
Esta estrategia puede salir cara a largo plazo ya que “en el momento en que la información se pierde, la inversión ahorrada puede multiplicarse para hacer frente a los costes de la pérdida de datos”, según explican los expertos en la materia.
Además de destinar parte del presupuesto a mantener a salvo su información, las empresas deben asegurarse de que utilizan los formatos más recientes y las últimas tecnologías como las soluciones cloud computing.
A pesar de estar preparados para hacer frente a una pérdida de datos, los expertos recomiendan contar con un plan B ya que “los mejores planes y los sistemas de última generación para realizar copias de seguridad también pueden fallar”.
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