La limitación de tener que cambiar de cartucho para acceder a otro videojuego en la consola GameBoy no tardó en llegar con la aparición de cartuchos no originales donde se almacenaban varios juegos. Pero con RetroPie un hábil técnico trastulejero como Travis Brown ha conseguido llegar más allá.
La base también hay que reconocer que es excelente, la versatilidad de Raspberry Pi permite disponer de un miniordenador en apenas el espacio de la palma de una mano, y ese es el punto de partida para Travis, tomando como modelo la variante más pequeña de la consola de Nintendo, la GameBoy Pocket, añadiendo la batería y una ranura para tarjeta de memoria SD. Una vez adaptado el conjunto al interior de la carcasa de la pequeña miniconsola portátil sólo restaba conectar mediante el oportuno cableado los botones originales a la Raspberry Pi. La batería, por cierto, proporciona tres horas de uso.
El sistema operativo que permite la magia se llama RetroPie y permite mediante emuladores recuperar los títulos clásicos de GameBoy, empezando por el Tetris del modelo clásico hasta llegar a los más avanzados de las últimas de la saga como la GameBoy Color. Con Internet lleno de ROMs ese no será problema.
Si tienes por casa una GameBoy que ha dejado de funcionar puedes plantearte vaciar su contenido (y guardarlo, nunca se sabe) y sustituirlo por un Raspberry Pi para continuar dando vida a la consola de Nintendo.
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