Crece el uso de la factura electrónica en España

La llegada de la factura electrónica al mercado español es una carrera imparable. El año pasado las empresas españolas realizaron un 32% más de estos documentos que en 2016. Un estudio realizado por la empresa SERES especializada en servicios de intercambio electrónico seguro de documentos ha analizado los ámbitos en los que estas transacciones están incrementando con más fuerza y las consecuencias económicas para las compañías de sus uso.

El sector B2B es el que más está impulsando este recurso tecnológico. Durante 2017 las facturas electrónicas usadas en las operaciones entre empresas creció un 35% con respecto al 2016. Le siguen las operaciones entre las compañías y la Administración pública con un 25% y por último los negocios B2C que han aumentado el uso de las facturas electrónicas en un 11%.

La compañía SERES señala la entrada en vigor del Suministro Inmediato de Información (SII), en julio de 2017,como la principal causa de que muchas empresas hayan optado “por la factura electrónica como el mejor aliado para cumplir con su obligatoriedad y suministrar sus registros a tiempo a la AEAT”, lo que ha supuesto una transformación en la forma de declarar el IVA para las grandes empresas.

Las empresas del sector servicios lideran cómodamente el ranking tanto en emisión con un 52%, como en recepción donde han crecido un 63% las facturas electrónicas. En el segundo y tercer puesto se sitúan las empresas del sector industrial y primario, respectivamente. Además, son las organizaciones de tamaño medio las que más facturas emiten, mientras que las más grandes son las que más reciben.

Las regiones de Madrid, Cataluña y Andalucía lideran el ranking, destacando la especial situación de la economía catalana que ha provocado un descenso del uso de facturas electrónicas en el segundo semestre del 2017.

Alberto Redondo, director de Marketing de SERES para Iberia y LATAM explica que el crecimiento en el territorio español es similar al desarrollo de la factura electrónica en el resto de europa y que esto “ha llevado a la Unión Europea a establecer en todos los países miembros un mismo formato de e-factura, que facilitará las transacciones comerciales entre los diferentes países europeos. Así, se ha determinado que, a partir del 18 de abril de 2019, todos los países de la Unión Europea deberán ser capaces de recibir y procesar las facturas electrónicas, según el estándar europeo, en la relación B2G”.

El estudio de SERES asegura que el uso de la factura electrónica llegó a ahorrar un total de 775,5 millones de euros en la gestión de las facturas recibidas y unos 440 millones por facturas emitidas. Las horas dedicadas a la tramitación de estas facturas junto con el consumo de papel son otros factores que se reducen a la vez que crece el consumo de la factura eléctrica en el mercado.