Icahn ha reclamado a Dell un plan alternativo en caso de que sean tumbados los planes de vender la compañía por 24.400 millones de dólares, cantidad que considera demasiado baja.
La idea de Icahn si fracasa la venta es que Dell apueste por repartir entre los accionistas un dividendo extraordinario de 9 dólares por acción, lo que equivaldría a 15.700 millones de dólares.
En ese sentido, el propio Icahn ha desvelado que estaría dispuesto a financiar parte de ese dividendo especial mediante el préstamo de 5.500 millones de dólares.
Para explicar sus propuestas, el afamado inversor escribió una carta al Comité Especial del Consejo de Dirección de Dell, como informan desde Reuters.
De momento se desconoce de forma oficial a cuanto asciende exactamente la participación de Icahn en Dell, pero desde la CNBC afirman que es propietario de cerca del 6 por ciento de los títulos de la empresa texana, lo que de ser cierto lo convertiría en el tercer mayor accionista de la compañía.
Además, Icahn insistió en su carta en la idea de que la fijación del valor de Dell es algo sobre lo que deben de decidir todos los accionistas, ya que es una cuestión que no solo afecta a su CEO Michael Dell.
Las votaciones para privatizar Dell tendrán lugar en junio o principios de julio y parece que hasta entonces podría haber más propuestas en torno al futuro de la empresa.
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