Por el momento no se conoce ningún virus que haya afectado a las etiquetas RFID (Radio Frecuency Identification), según afirman tres investigadores de la Vrije Universiteit Amsterdam, pero tienen algunas características que podrían utilizarse para explotar vulnerabilidades en las bases de datos.
Los ataques pueden venir en forma de inyección SQL o un ataque de desbordamiento de buffer incluso aunque las etiquetas en sí mismas sólo puedan almacenar un pequeño bit de información. Para demostrar estas afirmaciones, los investigadores han creado un virus RFID de prueba que se replica a sí mismo.
A Patrick Simpson, estudiante de master de la universidad, sólo le llevó cuatro horas escribir un virus lo suficientemente pequeño como para insertarse en una etiqueta RFID, algo que antes se pensaba imposible. Las etiquetas RFID pueden contener poco más de 114 bytes de memoria.
El propósito de este ejercicio, según los profesores, es que los diseñadores de RFID middleware sean más cuidadosos a la hora de escribir los códigos ya que una etiqueta falsa podría explotar el desbordamiento de buffer y extender el virus más allá de la propia etiqueta, hacia los sistemas middleware y back-end de las RFID.
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