Trampolín digital

La publicidad dispuesta en los soportes digitales podría convertirse en el trampolín de lanzamiento definitivo para la empresa española. Este segmento de mercado, que observa un crecimiento exponencial y por lo visto inagotable desde su mismo nacimiento, está preparando un terreno de cultivo específicamente alimentado por uno de sus más acreditados promotores, Google, para abonar el tejido corporativo de este país.

El acuerdo sellado por el gigante con grupos de prestigio nacional tiene como objeto maximizar el entorno publicitario basándose en las búsquedas online de los usuarios. La perspectiva de negocio no podía reflejar mejores comienzos.

Sin embargo, las posibilidades que se abren con esta dinámica también facilitan otra faceta a tener muy en cuenta: del mismo modo en que los internautas bucean en torno a algún producto o servicio, las empresas se publicitan. Una inyección de savia, por tanto, más que nutriente y revitalizadora para la empresa española.

Según los expertos, “la publicidad en los buscadores supone un tercio del mercado publicitario de Internet en España”. La situación la pintan calva, cuando menos, para aprovechar este momento de auge propiciado por Google, el indiscutible del sector, y desarrollar no sólo el potencial relacionado con los anuncios digitales, ya ingente, sino el futuro de los organigramas de este país en el que tanta invención y proyección se invierte. A ver si, por una vez, la determinación se adelanta.