Uno de los acontecimientos tecnológicos más destacados de todo 2016 fue la retirada del smartphones Galaxy Note7 a las pocas semanas de su lanzamiento por problemas de batería que causaban sobrecalentamientos y hasta explosiones.
Samsung asumió que sus finanzas se verían afectadas a causa de este estreno problemático. Y, aunque así fue en un principio, ahora parece que la firma asiática va enderezando el rumbo.
De acuerdo con las previsiones de ventas y ganancias que ha publicado ella misma, parece Samsung conseguirá unas ventas consolidadas de alrededor de 53 billones de wones coreanos para el cuarto trimestre de su año fiscal 2016, con unos 9,2 billones de wones en beneficio operativo consolidado.
Esto es más que en el Q4 de 2015. Y es que, en comparación, durante el cuarto trimestre del año anterior conseguía más o menos las mismas ventas pero tan “sólo” 6,1 billones en beneficios.
Para todo 2016 las ventas de Samsung deberían ascender a los 201,54 billones de wones coreanos y las ganancias, a los 29,22 billones.
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