La operación de compra de la compañía francesa de telefonía Alcatel-Lucent por parte de la finlandesa Nokia cuenta ya con el visto bueno de la Comisión Europea. El organismo entiende que esta adquisición no supone un problema desde el punto de visto de la competencia.
Las dos empresas se encontraban a la espera desde hacía un mes de la resolución de la Comisión. En concreto, y según se explica en un comunicado, esta ha concluido que, a pesar de los intereses comunes, la unión no supone un problema ya que hay suficientes diferencias entre ambos grupos como para que no se solapen. Destacan, por ejemplo, como Nokia tiene una presencia importante en la zona económica de la Unión Europea, mientras que Alcatel-Lucent es fuerte en América del Norte.
La Comisión Europea ha investigado otros aspectos a la hora de analizar el impacto de la compra, como la influencia en otros posibles nuevos o pequeños competidores, y ha resuelto que la existencia del nuevo grupo no complicará sus posibilidades a la hora de “entrar y expandir el mercado”. El organismo ha concluido que “la transacción no cambiará significativamente la estructura de mercado” y que no necesitará de una mayor coordinación.
La compra se acordaba en abril de este mismo año por un valor de 15.600 millones de euros en acciones. El grupo resultante tendrá una cuota del 35% en el mercado móvil, lo que le permitirá situarse cerca de su rival Ericsson, que tiene el 40%, y superar a la china Huawei, que cuenta con el 20%.
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