Los planes de Uber en el campo de los vehículos autónomos se enfrentan a una dura prueba que podría tener nefastas consecuencias si la empresa no logra superarla con éxito.
En concreto, una demanda interpuesta por Alphabet, que acusa a Uber de utilizar secretos confidenciales de su filial Waymo en el desarrollo de su vehículo de conducción autónoma, podría frenar su proyecto.
Un juez federal será el encargado de decidir si realmente Uber se benefició de información confidencial robada por Anthony Levandowski, un antiguo ingeniero de Waymo que fundó en abril una empresa de coches autónomos que posteriormente fue comprada por Uber.
Desde Alphabet reclaman al juez que emita una orden que impida a Uber el empleo de cualquier parte de la tecnología que considera que Levandowski robó de Waymo, apuntan en Cnet.
Lo cierto es que para Uber es esencial tener una buena posición en el campo de los vehículos sin conductor, ya que de esa forma en el futuro podrían ahorrar el dinero invertido en el pago de sus conductores y la búsqueda de los mismos.
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