A fondo: Las consecuencias de desregular el mercado OMV en España (I)

El mercado móvil en España está a punto de cambiar… otra vez. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha propuesto desregular el segmento OMV al que dan vida los operadores móviles virtuales. Esto es, compañías que operan en el sector móvil y compiten con los gigantes de telecomunicaciones pero carecen de la infraestructura necesaria para ofrecer sus servicios de voz y datos, como ocurre en el caso de R, Telecable, Simyo, BT, Carrefour Móvil, Lycamobile o Sarenet, entre otras marcas que han ido asentando su actividad en nuestro país. Su expansión se ha producido gracias a las obligaciones que el organismo regulador impuso a Telefónica, Vodafone y Orange (antes Amena) en el año 2006, por su condición de operadores con poder significativo, que tenían por objetivo propiciar una mayor competencia. Esto pasaba por la prestación de servicios a terceros garantizando el acceso a sus redes, a precios además razonables, lo que originó el conocido como “mercado 15”.

“En 2006, sólo existían los tres operadores móviles de red. No existían ni Yoigo ni los OMV. Estos operadores ofrecían principalmente voz y SMS, las tarifas eran complejas, difíciles de comparar y elevadas. No había tarifas planas de voz móvil y la banda ancha móvil era residual”, describe la propia CNMC en declaraciones a Silicon.es. Era una situación distinta a la actual. Hoy existen alrededor de treinta compañías que son OMV, entre operadores completos y prestadores de servicios. Con la regulación del mercado 15 se “incrementó la competencia en el mercado”, observan fuentes oficiales. Con el tiempo “los precios han disminuido, las tarifas se han simplificado, los bonos de minutos y las tarifas planas de voz móvil se han popularizado y la banda ancha móvil ha experimentado un crecimiento exponencial”. La CNMC considera que el mercado español de acceso a redes móviles tiende ahora mismo hacia “la competencia efectiva”. Por ello aprobó en el mes de febrero un proyecto de medida sobre la regulación mayorista de este mercado, que ha sido remitido a los Ministerios de Energía, Turismo y Agenda Digital y Economía, Industria y Competitividad, además de a la Comisión Europea. La realidad que se abre es otra. Con su aprobación habrá seis meses para adaptarse al nuevo entorno regulatorio, sin las obligaciones actuales.

¿Más, menos o la misma competencia?

La medida no ha sido bien recibida por operadores como los que conforman la Asociación Nacional de Operadores Locales de Telecomunicaciones (AOTEC) y la Asociación Española de Operadores de Telecomunicaciones Empresariales (ASOTEM). “La regulación de los OMV supuso sobre todo competencia. De repente los operadores mayoritarios, Telefónica y Vodafone”, principalmente, “tenían empresas que hacían ofertas atractivas para el público general, lo que les obligó a mejorar sus precios y también a evolucionar en sus servicios. Fue un verdadero acicate para el sector en España”, ensalza Antonio García Vidal, presidente de AOTEC y responsable de la firma de telecomunicaciones Ilorci TV. Aunque los operadores locales ya existían antes de la norma, “con los OMV se nos abrió la posibilidad de ampliar y complementar nuestros servicios”, dice García Vidal, ampliando negocio más allá de la televisión por cable. “En la actualidad hay contratos firmados por los OMV que nos prestan servicio a los operadores locales que se acaban de renovar por el plazo de algunos años, prácticamente todos con Orange como proveedor de red, y otros que están pendientes de renovación. La cuestión llegará cuando a medio plazo haya que renovar dichos contratos”, aventura el presidente de AOTEC.

El temor es que la competencia alcanzada por medio de la regulación se desvanezca con la desregulación. Sobre todo a raíz de las últimas concentraciones empresariales. Primero Vodafone compró ONO. Luego Orange compró Jazztel. Y así 3,5 millones de líneas que pertenecían a los OMV más grandes del mercado pasaron a manos de operadores de red. MasMóvil, mientras tanto, ha incrementado su negocio OMV hasta el millón de líneas con la compra de Pepemobile (Pepephone). MasMóvil también se ha hecho con Yoigo, que era el cuarto operador español con red. Antonio García sostiene que, “si en los dos últimos años el mercado se ha reducido drásticamente a consecuencia de las absorciones por parte de grandes compañías de las principales firmas”, quizás “los movimientos de fusiones están lejos de concluir y puede que la situación actual se agrave”. En su opinión, estas adquisiciones “demuestran que los OMV son los competidores directos de las grandes compañías, que han sido capaces de captar a un número importante de clientes y, lo más importante, les han obligado a mantener la pugna por las tarifas”. En este mismo sentido se pronuncia Xavier Casajoana, CEO de VozTelecom y presidente de ASOTEM, que cree que las afirmaciones realizadas por la Comisión en su análisis previo a la liberalización “no concuerdan con la realidad actual” del mercado.

“En estos momento el mercado móvil no tiende a la competencia”, declara Casajoana, “pues está aumentando la concentración y hay un claro dominio de los tres principales operadores”. Por otra parte, “la normativa general de competencia, que es la única herramienta que va a quedar, y que reacciona frente a los abusos después de cometidos, no se adapta a la velocidad con que evoluciona este mercado”, valora este directivo, que piensa que “tomar una decisión dos años después de un abuso”, justo “el tiempo medio que tardan estos procedimientos”, supone “reaccionar cuando ya no hay vuelta atrás y el impacto en el negocio es irreversible”. Se correría el riesgo de romper con el espíritu y los logros de la regulación del mercado 15, resumibles en una bajada de precios, una mejora de la calidad y la adaptación de “la oferta a la gran diversidad de circunstancias de los clientes”, tal y como enumera el máximo dirigente de ASOTEM. Éste recuerda que ya “desde 2002 había operadores a los que el Ministerio les había dado unas ‘licencias OMV’” pero “no les sirvieron para nada hasta 2006, cuando la regulación que ahora va a desaparecer obligó a los tres grandes a facilitarles el servicio mayorista. Ése fue el gran cambio que ahora va a estar en riesgo y evitará muy probablemente que entren nuevos actores en el mercado con servicios convergentes”, sopesa Casajoana.

La apreciación de las consecuencias que conllevará la desregulación del mercado OMV, y hasta la sensación de necesidad (o no) que justificaría que la propia desregulación se acometa ya mismo, son distintas en el entorno de los propietarios de red. Silicon.es también se ha puesto en contacto con Telefónica, Orange, Vodafone y MasMóvil para conocer sus puntos de vista sobre el nuevo escenario que se abre tras la reciente decisión de la CNMC de rescindir obligaciones. La tercera de estas compañías es la única que ha compartido su parecer. En Vodafone consideran que la propuesta de los reguladores “ha tardado mucho en llegar. La CNMC tenía que haber analizado este mercado mucho antes”, nos indican fuentes de la compañía de origen británico. “Desde la decisión de febrero de 2006”, momento en el que “no existían OMVs, ni Yoigo ofrecía servicios”, hasta este mes de “marzo de 2017 han transcurrido más de 11 años, que en telefonía móvil son una eternidad”, critican. “Las condiciones del mercado han variado muchísimo en términos de tecnología, licitaciones de espectro, número de operadores, ofertas comerciales y necesidades de los clientes”, añade este operador, antes de apuntar que “no existen países en Europa con una regulación comparable a la española”.

¿Pueden desaparecer las OMV?

Una de las dudas razonables que surgen a partir del replanteamiento que hace la CNMC, y también por los últimos episodios de absorciones de compañías, es si las OMV podrían acabar desapareciendo del mercado español. Si tras la supresión de dicha regulación, estas compañías no pueden obtener a través de ofertas mayoristas de los tres grandes operadores los servicios móviles en condiciones razonables y con la tecnología disponible (4G, pronto 5G)”, plantea el presidente de ASOTEM, Xavier Casajoana, “los potenciales clientes no tendrán otra alternativa a los servicios de los ‘grandes’”. Y si eso sucede, “sería un atraso en el proceso de liberalización del mercado que ha permitido una oferta alternativa de servicios de calidad y mejor adaptados a diferentes segmentos de mercado, con beneficios claros para el cliente final”, indica Casajoana. Este profesional del sector tecnológico aclara que “no estamos hablando de operadores que sólo ofrecen servicios móviles. Hoy día, salvo dos o tres excepciones de OMVs especialistas en llamadas internacionales, apenas existen esos ‘OMVs a secas’ no vinculados con los grandes grupos”. De hecho, “la gran mayoría de estos OMVs alternativos son operadores integrados, que necesitan los servicios móviles para hacer ofertas completas de voz, banda ancha, fijo y móvil de modo agrupado a sus clientes, junto a otras soluciones en el ámbito de las TIC”.

“Hay que ser conscientes de que el acceso a internet en movilidad es un elemento esencial para cualquier usuario hoy en día y que lo que más se contrata en la actualidad son paquetes de cuádruple-play, es decir, aquellos que unifican internet, telefonía fija, telefonía móvil y televisión”, amplía Antonio García Vidal, presidente de AOTEC. “A medio plazo los dispositivos móviles” como smartphones y tabletas “serán la primera vía de acceso a internet. Por tanto, la línea móvil es una parte esencial de nuestra oferta” como operadores que dependen del acceso a las redes de otros operadores. “Por eso, desde AOTEC vamos a estar muy encima de lo que pueda suceder en este mercado”, promete García Vidal, cuya organización tiene la intención de “denunciar cualquier problema, bloqueo o abuso” que se pueda producir de ahora en adelante para evitar un hipotético desmantelamiento del mercado OMV.

Para empresas como “los operadores locales de telecomunicaciones, los operadores móviles virtuales son esenciales para mantener una oferta competitiva. De hecho, existen empresas del sector que se están constituyendo en operadores móviles virtuales completos, entre ellas PTV Telecom”, ahonda Antonio García. “La clave” para la pervivencia, aventura García, “estará en que los operadores de red quieran sentarse a negociar y que lo hagan con unas tarifas razonables”. El máximo representante de AOTEC expone que “es preocupante que en la actualidad, con un mercado regulado, solo un operador con red Orange aglutine el 99 % de los OMV, Vodafone no tenga OMV al margen de sus ‘marcas blancas’ y Telefónica, además de sus marcas blancas”, únicamente “cuente con uno, Airenetworks, que en el mes de mayo comenzará a dar servicio desde la red de Telefónica” ya que “ha dejado Orange”. Esto es fruto del “coste al que ya están poniendo sus redes”, continúa García, que enfatiza que “los operadores con red están haciendo ofertas en el mercado al cliente final haciéndolas convergentes con el resto de sus productos”. Mientras, los precios parecen “imposibles de replicar por los OMV por el coste que le supone acceder a las redes”, señala.

¿Qué es lo que tienen que decir las autoridades al respecto? ¿Hay peligro para los OMV? ¿Pueden desaparecer estas compañías tras la liberalización? ¿Hacia dónde se dirige el mercado móvil? “La creciente paquetización de las ofertas fijo y móvil constituye una presión competitiva muy fuerte para un número importante de OMV”, evalúan fuentes de la CNMC sobre los operadores “que están dedicados a la comercialización de productos sólo móvil”. Por tanto, “en la medida que un mayor número de consumidores finales valore las comunicaciones móviles como un servicio asociado a una conexión de banda fija en el hogar, el modelo de negocio de estos OMV podría resentirse notablemente”, razona el organismo público, que analiza las posibles consecuencias. “Ahora bien, estas tendencias del mercado”, las de “consolidación y paquetización”, son según la CNMC “compatibles con que no sea esperable que se produzca un empeoramiento de las condiciones de acceso a las redes móviles que provoque la expulsión generalizada de los OMV del mercado en el corto plazo”.

Los últimos datos de la Comisión, relativos a diciembre de 2016, “muestran que Grupo MásMóvil y los OMV obtuvieron saldos netos positivos de portabilidad móvil, mientras que el saldo neto de los tres operadores de red fue negativo” argumentan desde la CNMC a la hora de defender la salud del segmento móvil español. Para sus responsables “esto indica que los OMV siguen teniendo el papel relevante en el mercado español” si bien admiten al mismo tiempo que “el peso relativo del segmento de los OMV, en su conjunto, ha disminuido” durante los últimos tiempos. Sin contar el negocio de MasMóvil, en España hay aproximadamente 5 millones de líneas móviles asociadas a OMV puros, que tienen una participación conjunta menor al 10 %. En todo caso, habría opciones. En febrero de 2016 se introdujeron “nuevos servicios regulados en los mercados mayoristas de banda ancha fija” que garantizan “a los OMV la comercialización de ofertas empaquetadas convergentes, si éste fuera su modelo de negocio”, proponen nuestras fuentes. ¿Y si no les atrae ese modelo de negocio? “Teniendo en cuenta que las líneas móviles no comercializadas de forma empaquetada” con la telefonía fija, la banda ancha fija y la televisión de pago “representan el 75 %” de todas las “líneas con banda ancha móvil”, resuelven desde Competencia, “existirían oportunidades de negocio para los OMV que quisieran diferenciarse con ofertas solo móvil dirigidas a este segmento de mercado”.

Son dispares los supuestos a los que se enfrenta el mercado de operadores móviles virtuales. Y muchos los interrogantes. ¿Qué supondrá para los consumidores, además de para las empresas, la desregulación efectiva de los OMV en cuestión de meses? ¿Está totalmente garantizada la libre competencia o hay riesgo de bloqueos futuros de actividad? ¿Se entorpecerán unas compañías a otras? ¿Hay espacio para múltiples operadores en España? ¿Son sólidos los contratos que se han firmado? ¿Existe madurez de mercado? ¿Cuándo creen sus protagonistas que sería el momento ideal para acometer la desregulación? Y, sobre todo, ¿cómo se actuará?, ¿cómo evitar prácticas restrictivas si se modifica la normativa que hasta ahora las evitaba? Damos respuesta a todas estas preguntas y ahondamos en la cuestión de fondo (¿cuáles serán las consecuencias de desregular el mercado OMV en España?) en la segunda parte de este ‘A Fondo’ especial de Silicon.es.

Mónica Tilves

Licenciada en Xornalismo por la Universidad de Santiago de Compostela en la especialidad de Periodismo Electrónico y Multimedia. Apasionada de los gadgets, la fotografía digital, el diseño web y el arte. Tras un primer contacto con el mundo de la prensa escrita y con la suficiencia investigadora debajo del brazo, me decanto por los medios online. Cubro la actualidad informativa en Silicon Week desde 2011, además de colaborar en otras publicaciones del grupo NetMediaEurope en España como Silicon News. Ahora en Silicon.es.

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