Las fuerzas de seguridad suelen tener vehículos especiales acorazados, como el caso de este coche y cuyo blindaje ha sido realizado por la International Armoring Corporation, pero lo que ya no es tan normal es armarlo con un arsenal con una capacidad de destrucción inquietante.
El trabajo de Red Jacket Firearms ha consistido en incluirle dos fusiles M-16 camuflados en la parte de arriba, controlados por control remoto y con cargadores de 100 cartuchos.
Junto con estos, han incluido otro M-16 en la parte trasera escondido tras la matricula y por si esto fuera poco, dispone además de dos tubos lanzadores de minas Claymore.
De hecho tal potencial es tan absurdamente destructivo que el sistema de lanzamiento de minas generó un sobrepresión tal que las ventanillas acorazadas explotaron en las pruebas.
Lo más bizarro es que todo este armamento se maneja con un mando central que es tan cutre que tiene pegado con celo lo que controla. Esto podría ser normal sino fuera por el peligro de lo que controla y que un gracioso podría cambiar las pegatinas y se termine liando parda.
Total que explota solo, al disparar, y con unos acabados tan finos, se esperaría un poco más de profesionalidad costando 157.500 dólares y siendo capaz de matar a cientos de personas en un momento. [993C4S]
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