Como ”un hito” califican traspasar el umbral de los 100 kilovatios para este tipo de armas, láser de estado sólido, que dicen permiten un tamaño más compacto, son más potentes y menos nocivos que los sistemas de láser químico.
Northrop Grumman emplea un sistema modular escalable bajo una “cadena amplifícadora de láseres” que combina hasta ocho de ellos de 15 kW para alcanzar una potencia de salida de 120 kilovatios. El prototipo se enmarca en el proyecto del Pentágono denominado “Joint High Power Solid State Laser” (JHPSSL).
Este tipo de armas energéticas están en auge y la compañía espera que un láser aerotransportado con este sistema se pruebe este mismo año disparando a objetivos aéreos.
Vamos, que dentro de poco podrán matarnos como en los videojuegos o pelis de ciencia ficción, con clase, limpia y fulminantemente. Esperemos que esta alta tecnología pueda emplearse para usos civiles comerciales, que como de costumbre va siempre por detrás de la todopoderosa industria armamentística, que cuenta con presupuestos casi ilimitados para este tipo de desarrollos.
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