En este caso concreto la idea es sencilla, utilizar pintura fosforescente que se cargue con la luz solar durante el día y luego sea capaz de ofrecer una iluminación básica para ver al menos por donde está la carretera durante 10 horas nocturnas. Simple pero eficaz.
Junto a esto tenemos otros conceptos como pintura dinámica, luz interactiva, carril prioritario de inducción y luz eólica, que permiten ahorros en energía y una iluminación más inteligente, además de la integración de la carretera con las baterías de los coches eléctricos.
Un ambicioso proyecto creado por Daan Roosegaarde y Heijman Infrastructure que comenzará con el uso y distribución de la pintura fosforescente en algunas autopistas holandesas en 2013. Si todo va bien proseguirá con la implantación del resto de tecnologías y su expansión a otros países europeos.
Yo estoy seguro de que si hacemos un llamamiento a todos los canis y chonis del mundo para tunear las carreteras españolas, nos sólo las iluminan mejor, sino que parecerán circuitos del WipeOut y modificarán las bandas sonoras para que tengan melodías imposibles combinando technorrumba y progressive. [Ubergizmo]
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