Los buenos resultados de Samsung se cimentaron especialmente en la venta de teléfonos móviles en países emergentes que compensaron la “difícil situación económica en Europa y América del Norte”, indicó David Steel, vicepresidente de la compañía. El aumento de un 53% en ingresos por las ventas de pantallas de cristal líquido equilibraron a su vez la disminución de un 2% de la división de semiconductores. Dos sectores en los que la empresa coreana es el líder mundial.
Por su parte el grupo nipón Toshiba, fue castigado con un descenso en sus beneficios del 7%, por los costes asociados al abandono de la batalla del formato de video de alta definición y por la bajada de márgenes en la venta de memoria flash. “Nuestro beneficio neto se redujo drásticamente debido al cierre de las líneas de montaje del HD DVD”, explicó el portavoz de Toshiba, Hiroko Mochida. Aún así, la compañía consiguió aumentar sus ingresos cerca del 8% gracias al aumento de venta de ordenadores personales y televisores.
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WIRED
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