Blogs e información

Que el sector informativo mundial está en crisis no es algo nuevo para nadie, y que los blogs es el formato informativo de más éxito en los últimos tiempos tampoco es noticia. Pero conviene reflexionar acerca de las circunstancias que hacen que esto sea así.

La crisis de los medios viene propiciada fundamentalmente por la degradación de los mismos. La tendencia mediática a ignorar o tratar como ignorante al público, junto con su claro partidismo (económico principalmente) les ha ido restando credibilidad. La sucesión de escándalos acerca de informaciones sesgadas y manipuladas durante las últimas décadas ha llevado al punto más bajo de credibilidad de toda la historia del periodismo. Lejos quedan momentos de la lucha independiente que encabezaban los “mucrackers”.

Frente a esta tendencia de cambiar la búsqueda de la verdad y la justicia, por la del beneficio económico y la funcionalidad política surgen los blogs, quizás el paradigma del periodismo actual. Los bloggers, al igual que los diarios, emiten informaciones sesgadas, tergiversadas y manipuladas, aunque mantienen un alto índice de coherencia y honestidad al respecto. No tratan de convertirse en la voz neutra que simula ser el periodismo, sino que se defienden desde la propia subjetividad de su palabra.

El problema se halla en la deformación intencionada de conceptos e ideas tan clásicas de esta época. Términos como independencia, objetividad, veracidad… se usan indiscriminadamente por parte de los medios, convirtiendo las cabeceras en auténticos monumentos a la hipocresía. Ninguna legislación se ocupa de ellos, pues los propios medios tratan de enmascarar las regulaciones como recortes de la libertad de expresión. De este modo se confunde opinión e información. Salvo muy contadas excepciones (y todas ellas minoritarias), los medios de información hacen básicamente opinión maquillada de objetividad y contrariamente a lo que suelen pensar el público audiencia no es ignorante ni amnésico y puesto a elegir un blog ofrece una visión más cercana y que al menos no se hace pasar por la verdad suprema e inmutable que se vende desde el establishment informativo.