Para el diseño del dispositivo los científicos se han inspirado en los coches híbridos y su capacidad de almacenar la energía de los frenos y convertirla en electricidad. Como los frenos, la abrazadera utiliza la energía disipada de la rodilla cuando la pierna disminuye su movimiento al caminar.
En las pruebas realizadas, los voluntarios pudieron generar cinco vatios de energía con una cinta en cada pierna. Los investigadores dicen que es suficiente para hacer funcionar un GPS de navegación, una prótesis robótica o un marcapasos.
La gente es una fuente inagotable de energía. “Una persona de tamaño medio acumula tanta energía en grasa como una batería de 1.000 kilogramos. La gente utiliza los músculos para convertir su energía química acumulada en trabajo mecánico. Este trabajo tiene un alto rendimiento, con una producción que puede alcanzar los 100 vatios”, explicó Arthur Kuo, uno de los responsables de la investigación. Y al parecer, la rodilla es el mejor lugar para capturarla.
vINQulos
The Guardian
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