Una opción muy habitual en la mayoría de los equipos informáticos pero a la que en Apple han sido remisos, como desconfiando de lo que pueda hacer un usuario con su libertad para toquetear en los flamantes productos que salen de Cupertino. Ya no tendrás que adquirir la versión más potente de un Mac para que tarde años en quedar obsoleto porque por fin los chicos de Tim Cook han decidido que pueden ofrecer esa posibilidad al propietario del ordenador.
De esta forma los nuevos y revolucionarios Mac Pro con su diseño cilíndrica
O, podrán ver cómo sus procesadores se pueden sustituir en función de las necesidades del usuarios. Cuando el paso del tiempo cause estragos en el rendimiento que necesitas de tu potente máquina bastara sustituir la para entonces vieja CPU por un “corazón” más joven.
La posibilidad existe debido a que el procesador está acoplado a la placa base en lugar de soldado directamente, como hasta ahora solía ser habitual en Apple, tanto en ordenadores de sobremesa como en portátiles. Si bien los Mac Pro habían gozado previamente de un leve resquicio a la actualización en comparación con los iMac, donde lo máximo que podía conseguirse era sustituir la RAM y/o la tarjeta gráfica por una nueva o mejor.
Aún sigue la manzana mordida bien ojos de la modularidad de PC pero no deja de ser un importante paso adelante.
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