Samsung ha puesto a prueba el último modelo de chip Snapdragon 810 de Qualcomm para su próximo teléfono Galaxy y ha decidido no utilizarlo por “problemas de recalentamiento”, según han afirmado fuentes anónimas cercanas a la compañía, como recoge Bloomberg.
El nuevo Galaxy S estará equipado con chips más avanzados de la propia Samsung, de acuerdo con estas fuentes.
Los procesadores Snapdragon de Qualcomm han dominado el mercado de los smartphones y la decisión del líder surcoreano supone un varapalo para la compañía.
Por su parte, Samsung quiere potenciar su unidad de chips para evitar la dependencia de terceros y conseguir impulsar sus beneficios, ya que sus smartphones se están viendo eclipsados por Apple y el fabricante chino Xiaomi.
Tras estas revelaciones, las acciones de Qualcomm han caído un 1,2% mientras que los títulos de Samsung han aumentado un 1,7% hasta los 1.395 won.
Ni Qualcomm ni Samsung han hecho declaraciones al respecto de estas filtraciones.
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