Cuatro días después del terrible terremoto que ha asolado Japón y del devastador tsunami, el precio de las memorias NAND Flash, muy utilizadas en dispositivos móviles, ha subido nada menos que un 20%.
También se ha inflado el precio de las memorias DRAM en más de un 7%.
Esta subida de los precios es consecuencia del temor a que haya problemas de suministro en las exportaciones, algo bastante posible teniendo en cuenta que el 40% de todas las memorias NAND que se distribuyen en el mundo proceden de Japón y un 13% de las DRAM provienen del país nipón.
Los expertos prevén problemas de suministros también en las pantallas LCD.
El panorama no parece nada alentador ya que mientras aumenta el clima de preocupación ante la alarma nuclear y se continúan buscando supervivientes entre los destrozos, la bolsa de Japón ha caído un 10%.
Los cortes de luz sigue a la orden del día y los medios de transporte no han empezado a funcionar con normalidad. Estos dos factores están afectando a los fabricantes tecnológicos, ya que aunque muchas plantas no se han visto dañadas directamente por el terremoto, no pueden continuar con su ritmo de producción por problemas logísticos.
Además, algunas compañías como Sony se han visto obligadas a cerrar algunas de sus plantas por encontrarse situadas en zonas golpeadas por el desastre.
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