En la recta final para la campaña para las próximas municipales, las redes sociales pueden marcar la diferencia. Pero como sucede a las empresas, los partidos políticos también temen el impacto que sus acciones sociales puedan tener en su imagen.
El PSOE cuenta con un decálogo interno de prácticas sobre qué y qué no hacer en Twitter, que dan unas líneas de actuación claras a los community managers del partido. Las diez normas, que publica hoy El País, dan soluciones para actuar frente a los trolls (no alimentarlos), ser muy estrictos con la ortografía o dar mensajes positivos y no lanzarse a la gresca contra los populares.
El decálogo también invita a escribir con tono personal, aunque sin incluir mensajes personales; a tener sentido del humor o a responder a las menciones de los followers.
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