Durante años Blockbuster fue una organización monolítica que disfrutaba con el cobro exorbitante de cuotas y que tenía poco o ningún cuidado de sus clientes. Su estrategia basada en “el espacio físico” no ha sido capaz de sobrevivir a los nuevos tiempos.
Mucho más cuando Netflix, el actual rey del alquiler de películas en línea, comenzó a arrebatarle una amplia cuota, con servicios adaptados a los tiempos modernos que cambiaron la dinámica de la industria.
Aunque la compañía obtiene cuantiosos ingresos, las pérdidas se amontonan en su servicio Net que no es capaz de competir con Netflix. “No hay posibilidad de crecimiento debido a su tamaño y cultura corporativa obsoleta”. Ya el año anterior tuvo que cerrar 526 tiendas y despedir a multitud de empleados.
Según los analistas, a Blockbuster solo le quedan dos opciones: o vender la compañía lo antes posible o invertir grandes sumas de dinero en investigación y desarrollo asociándose con compañías de distribución para crear un sistema de descarga de películas que pueda competir con Netflix.
Y por favor. Que no nos vengan con el cuento de que “Blockbuster” cierra por las descargas “piratas” en Internet. Ahí está Netflix para demostrar mediante un sistema novedoso que las descargas online que llaman “legales” reportan grandes beneficios.
vINQulos
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